Salud y solidaridad se han convertido en una asignatura más de los alumnos de segundo de la ESO del Instituto de Educación Secundaria Severo Ochoa de Elche, que han llevado a cabo una exitosa campaña de donación de sangre, dentro del proyecto de aprendizaje-servicio que el instituto de Carrús promueve para hacer participe de su día a día a los vecinos del barrio ilicitano.

El centro apuesta a lo largo del curso por promover el trabajo cooperativo en proyectos de salud que abordan varios temas como la mejora de la convivencia en el barrio, o la conservación del medio ambiente, con la colaboración de Elche Convive. Actividades a las que también se ha unido la iniciativa para que los estudiantes creasen una campaña para animar a los vecinos del barrio y a los miembros de la comunidad educativa a donar sangre.

El profesor del IES Severo Ochoa Francesc Ferrer destacó que «los alumnos han trabajado la donación de sangre, investigando sobre las personas que hicieron descubrimientos en esta materia, conociendo como se lleva a cabo, y creando una campaña de concienciación en los barrios de Carrús y El Toscar».

Esta semana los alumnos han potenciado el trabajo con una campaña informativa en radio, web, blogs, redes sociales e información que han repartido por las calles para animar a los ilicitanos a participar en la donación.

La respuesta a la campaña ha sido satisfactoria. En una jornada lograron que 67 personas realizaran una donación de sangre, entre los que había 21 personas que han donado por primera vez.

Hasta el instituto ilicitano se ha trasladado esta semana una unidad móvil del Centro de Transfusión de Alicante. La médico del centro Rosa Baeza destacó la importancia de que «los jóvenes empiecen a conocer y a informarse sobre la donación de sangre lo antes posible, ya que es muy importante». Rosa Baeza aseguró que «es muy poco habitual que nos llamen desde institutos, cuando debería ser un hábito para crear una concienciación necesaria».

Los alumnos que forman parte de este proyecto no pueden donar sangre al ser menores de edad, pero están aprendiendo la lección para convertirse en donantes cuando su edad se lo permita.

Además los jóvenes están realizando diversos trabajos de investigación y murales expositivos que se pueden contemplar en las paredes del centro educativo.

El docente Francesc Ferrer indicó que «el trabajo está resultando muy positivo para los alumnos, ya que han podido conocer la importancia de la donación de sangre para ayudar a las personas que la necesitan».