La estación de autobuses de Elche no parece ser un buen sitio en el que hacer una parada si se está intentando transportar hachís entre Marruecos y Europa. En los últimos días, dos personas han sido detenidas por la Policía Nacional y la Policía Local en dos operaciones diferentes por ocultar esta droga en sus equipajes y en sus ropas, lo que se suma a numerosas intervenciones en los dos últimos años que confirman que la línea de Algeciras a Barcelona es una ruta habitual. Sólo que a menudo el viaje acaba entre rejas. La semana pasada la Unidad Canina de la Policía Local realizó uno de sus controles aleatorios coincidiendo con la parada de un autobús con este trayecto, en lo que se considera una «línea caliente» que conecta la principal vía de entrada de hachís desde Marruecos y la frontera al norte de España con el resto de Europa.

Uno de los perros adiestrados señaló inmediatamente una mochila ubicada a los pies de un pasajero, un joven de 25 años de nacionalidad marroquí y residente en Marbella. Los agentes le hicieron bajar del autobús y el joven reconoció que llevaba un fragmento de hachís en la mochila, apenas cuatro gramos que entregó voluntariamente diciendo que no había más. Sin embargo, el perro no se dio por satisfecho y los efectivos policiales optaron por registrarle con más detalle. Ya en una sala reservada en la estación, apareció el resto: 400 gramos de hachís en cuatro placas que llevaba escondidas dentro de las zapatillas, bajo los pies. Tras ser detenido y pasar a disposición judicial, el joven se ha conformado con 12 meses de prisión por un delito contra la salud pública y una mula de 2.500 euros, equivalente al precio que habría alcanzado la droga.

El martes la brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Elche se encontró con un método aún más imaginativo. Los agentes detectaron una actitud huidiza en un joven en la estación de autobús y registraron su equipaje. Dentro, entre la ropa, una costura con un corte reveló el truco porque se asomaba una bellota de hachís en la cintura de un pantalón. Tirando del hilo, esta vez literalmente, los agentes descosieron el cinturón de confección casera en este pantalón y en otra prenda más y acabaron contando 150 bellotas de hachís, que suponen aproximadamente un kilo, aunque la Policía Nacional no ha precisado el peso de lo intervenido al hacer pública la detención.

Antecedentes

En abril de 2015, el Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Policía Nacional sorprendió a un joven con seis kilos de bellotas de hachís en una maleta: confesó que planeaba llegar en autobús a Italia. En agosto del mismo año, la Unidad Canina «olió» más de medio kilo de marihuana y 230 gramos de hachís en forma de bellotas, también el ruta de Algeciras a Barcelona. Doce kilos de marihuana se sumaron en noviembre, de nuevo gracias al olfato de los perros: misma ruta, una maleta repleta de droga, dos hombre detenidos.

El año anterior, en 2014, un italiano trataba de viajar en autobús con 60 bellotas de hachís en el estómago y tuvo que ser llevado al hospital con una seria indisposición. De ahí, pasó a prisión provisional acusado de un delito contra la seguridad pública. Eso fue a principios de octubre, pero a finales de mes se volvió a localizar a otro hombre que se había colocado bajo los pies unas placas en forma de plantillas hechas de hachís que pesaban más de 700 gramos.