¿Por qué se regala un balón de fútbol a un niño y no un carrito con un muñeco? Porque el sistema patriarcal está tan ligado a nuestra cultura que se entiende como normal y natural que un niño quiera jugar al fútbol y no a papás y a mamás. Aspectos como éste que pasan desapercibidos en las familias, pero que contribuyen a perpetuar los estereotipos y los roles de género son abordados en aulas de Elche.
El Ayuntamiento ha impulsado, a través de la Casa de la Dona, los talleres «Familias igualitarias, familias equilibradas». Esta iniciativa novedosa ha llegado ya hasta la escuela infantil Rosa Ferrández, situada en el barrio de Los Palmerales y a Don Crispín, en el Toscar. No en vano, para el próximo curso está previsto ampliarlo al resto, así como a las escuelas de padres y madres.
Con ello, además de trabajar desde los institutos desde la perspectiva de género, el Consistorio ha querido comenzar desde más abajo, con la prevención de la desigualdad en edades tempranas. «Queremos fomentar con los padres y madres una sociedad más igualitaria, para trasmitirlo a las edades más precoces, porque creemos que es ahí donde hay que incidir», señaló la concejal de Igualdad, Tere Maciá. Al mismo tiempo, la edil del área recalcó que «hay que desarrollar una formación desde los núcleos familiares para que percibieran actitudes que muchas veces no nos damos cuenta que discriminan, y que no ayudan a construir una sociedad más igualitaria».
Con ello, este proyecto coeducativo sirve a las familias para contar con las claves para huir del machismo en la educación y para mostrar la importancia de la corresponsabilidad y la conciliación familiar. En esta línea, lo importante, según los expertos, es analizar las ventajas de compartir las tareas del hogar, así como visibilizar las consecuencias de cargar a una sola persona dentro de una casa, etc. «La idea es que los padres aprendan las herramientas para evitar que cuando sus hijos crezcan se desarrollen actitudes violentas, el acoso, el amor romántico que surge en la adolescencia y que no distingue entre lo que es positivo y lo que es perjudicial», apuntó la coordinadora de la Casa de la Dona, Marisa Bartolomé.
Así, la educadora social orienta a las familias a través de dinámicas de grupo, de debates y la reflexión con la vista en poner barreras a la desigualdad de género y su punta del iceberg: la violencia machista.
