El grupo municipal socialista evidenció ayer su enfado por, sobre todo, cómo está gestionando el PP la polémica del hotel de Arenales. Tras conocerse que la edil del PP Mercedes Alonso acompañó a la empresa propietaria del hotel, Princesol, a la reunión con responsables de Costas en Madrid el martes, después de asegurar ésta que la firma se lo había pedido al tripartito y se había encontrado «con un muro», el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, salía a manifestar que en política y en la vida «no todo vale».

Sánchez indicó que el Ejecutivo considera que no es oportuno llevar a una empresa, sea cual sea, que haya incurrido en «presuntas irregularidades» a una reunión con Costas. «Princesol mantiene una estricta relación en cuanto a Administración y administrado. Yo no sé qué se hubiera pensado si el Ayuntamiento llevara de la mano a una empresa que haya incurrido en una presunta irregularidad. Y no sé si va a ser esa la tónica a partir de ahora», en referencia al PP. «En ocasiones no es prudente mezclar una cosa con la otra», añadió.

A su juicio, «llevar de la mano, parece que se quiera favorecer o presionar», por lo que criticó a Mercedes Alonso por su intención de querer «ponerse medallas».

El edil aseguró que la empresa se ha dirigido en numerosas ocasiones al Ayuntamiento, pero que «en ningún momento se nos dice que Princesol tuviera que estar en esa reunión», en referencia al encuentro que el 7 de septiembre mantuvo el alcalde, Carlos González, el propio Sánchez y la edil de Turismo, Mireia Mollà, para avanzar en el desbloqueo de la situación. Desde el Ejecutivo se defiende de nuevo que se están haciendo de manera continua gestiones con Costas para tratar de desbloquear el conflicto y lamenta que el PP utilice «la mentira como arma política».