El reloj ha empezado a correr y a falta de un mes para que las luces de Navidad brillen en la ciudad y el Belén municipal abra sus puertas en la Glorieta, los belenistas apuran las últimas semanas para hacer realidad uno de los símbolos más emblemáticos de las fiestas navideñas.

Cada noche, una nave del polígono de industrial de Carrús se convierte en su lugar de trabajo. Allí, desde febrero se empieza a poner en marcha toda una maquinaria de ideas para dar vida a un nacimiento de quince metros de largo, con el reto siempre de hacerlo diferente al del año anterior.

Y así, con sus batas blancas, una veintena de personas, transformados en auténticos artesanos dan rienda suelta a la imaginación y a la creatividad. De principio a fin, cada uno de los usuarios que conforman la Asociación de Belenistas, participan en todo el proceso de creación de las casas y los elementos característicos del pasaje bíblico. Todo el proceso comienza sobre plano y acaba sobre corcho blanco. Después de dar forma a construcciones de a época, llega el turno de los detalles y de echar mano del pincel para aportar colorido a las creaciones. «Nunca nos faltan ideas. Es más ya se nos han ocurrido algunas nuevas para el año que viene», comenta Víctor Sánchez, presidente de la asociación. Y es que, cada año, los belenistas comienzan desde cero para hacer un portal completamente nuevo, en el que se colocarán más de 2.000 figuras. Todo un desafío para el que sus artesanos se esmeran con el objetivo de buscar un aire diferente o aportar pequeñas novedades, que son guardadas en secreto hasta el mismo día 8 de diciembre que se inaugura el Belén municipal.

Por ello, con la fecha cada vez más cerca, el ritmo de trabajo en la sede es cada vez mayor. Este año el colectivo tiene un doble reto, ya que por primera vez se encargarán de confeccionar el nacimiento de Orihuela. Un año más, la asociación mostrará al público su arte para hacer belenes con el cursillo de belenismo, que comenzará el próximo 14 de noviembre en la sala de la obra social de Caja Mediterráneo.