El papel que juega la familia ante un caso de alcoholismo, como factor de riesgo y, a la vez, como factor de protección resulta clave para abordar la adicción. Bajo esta premisa, profesionales y expertos en tratamientos han analizado la repercusión que tiene en los círculos familiares el problema con la bebida.

Las jornadas locales de la Asociación de Protección y Ayuda a Exalcohólicos (APAEX) comenzaron ayer en la Universidad Miguel Hernández (UMH) y continuarán hoy con un análisis específico sobre las consecuencias que genera una adicción en el entorno más próximo de quien la sufre.

«La familia puede convertirse unas veces en un factor de riesgo o en un factor de protección para el adicto. Puede ser la causa que genera el problema o, por el contrario, ser la víctima», explicó Manuel Agulló, presidente del colectivo. Ante ello, los profesionales resaltaron ayer la importancia de contar con apoyo y tratamiento específico, debido al sufrimiento que genera la convivencia con un adicto a la bebida.

Psicólogos y terapeutas también pusieron el acento en la importancia de que todos los miembros de la familia se impliquen en programas de intervención o acudan a mediadores para tratar de salir del túnel.

Hoy, la jornada continuará con más charlas, desde las 10 a las 14 horas, en el edificio Altet de la Universidad Miguel Hernández, entre las que destacarán testimonios reales de afectados, que contarán cómo cayeron en la bebida, pero también cómo han conseguido salir del pozo.

El colectivo de exalcohólicos cuenta ahora mismo con 90 socios en Elche.