El Consell desdoblará y eliminará glorietas en la carretera a Santa Pola

tramo de algo más de ocho kilómetros que discurre por el término municipal ilicitano, después de cinco años en estudio.

Este vial, convertido en un punto negro y saturado en épocas de verano, está a la espera de pudieran comenzar las obras hace tres años. Sin embargo, ha sido ahora cuando la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha sacado a licitación la redacción del proyecto con un presupuesto de 379.577 euros. Es más, la Administración autonómica ha puesto de fecha límite hasta el próximo 28 de noviembre para que las empresas presenten la documentación requerida.

Para ello, el Consell exige que la adecuación de este vial tendrá que contemplar la reordenación de las intersecciones y accesos existentes, así como la eliminación de las glorietas partidas actuales, que generan conflicto, transformándolas en cerradas.

Asimismo, el proyecto tendrá que incluir la duplicación de la calzada de la carretera, en aquellos tramos en que sea viable, ya que el Consell reconoce la insuficiencia de capacidad de esta vía. Asimismo, entre las exigencias que anota la Conselleria es que los proyectos deberán reservar espacios para el peatón y la circulación de bicicletas en todo el ámbito de la actuación.

En esta línea, desde Obras Públicas reconocieron que a lo largo de esta carretera existen numerosos accesos y cruces de caminos ya que existen muchas viviendas diseminadas y alguna pedanía. Igualmente admiten que hay un elevado número de intersecciones, trece en total, constituidas por glorietas partidas. A estas circunstancias, la Conselleria también ha tenido en cuenta la alta Intensidad Media Diaria de vehículos (IMD) que se incrementa en periodo vacacional.

Esta reivindicación histórica para mejorar la seguridad y reducir los siniestros de tráfico, tanto de ilicitanos como de santapoleros que habitualmente circulan por el vial, parece comenzar a ver la luz, tras varios años en dique seco.