¿Qué es la regeneración? El ser humano se regenera desde el principio de los tiempos dando pasos agigantados en las ultimas décadas de nuestra historia. Si echamos la vista atrás todos nosotros, podemos observar como nuestro propio pensamiento ha podido variar con el paso de los años y la maduración propia de cada uno.

Mientras la sociedad se ha ido regenerando velozmente, los grandes partidos se están dando cuenta de que se tienen que regenerar si no quieren permitir que otros partidos de ideologías similares les tomen el relevo.

Por desgracia en política aterrizaron sinvergüenzas y corruptos dispuestos a presentarse a elecciones para aprovecharse de los partidos, los militantes, las instituciones y el dinero del contribuyente alejando así a la sociedad de la clase política. Por ello, aún queda mucho trabajo por delante para volver a conectar con los ciudadanos y demostrar lo gratificante que es la política y lo apasionante que es trabajar y servir a los demás.

Pero, ¿qué es la regeneración política? Muchos creen que es un simple cambio de caras, un quítate tú que me pongo yo, una persona joven por una persona mayor, una persona con carisma por un gran gestor o estar conectado 24 horas a las redes sociales para parecer más «moderno».

La regeneración es mucho más, es un nuevo enfoque de hacer política, comprender que las decisiones se toman de abajo hacia arriba y no al revés, conectar con el ciudadano y sus preocupaciones, acercar a la sociedad la política y demostrar lo necesaria que es en nuestro día a día, enmendar los errores y hacer autocrítica a diario para mejorar no nuestro futuro, sino el de todos.

Tristemente a algunos líderes les sigue costando romper antiguos y erróneos pensamientos como que la diversidad de proyectos e ideas no son legítimas sin el beneplácito anticipado del aparato político.

Uno de los últimos partidos de la Comunidad Valenciana en entender la necesaria regeneración sin duda alguna ha sido el Partido Popular, con mi admirada Thatcher Valenciana, Isabel Bonig, y su gran equipo, como Eva Ortiz o Luis Santamaría, que han trabajado equilibradamente con las direcciones provinciales desde el primer momento y con la cabeza bien alta han sabido defender los ideales y valores de este gran partido, al mismo tiempo que han demostrando que no les duele señalar y apartar a aquellos que se aprovecharon de nuestras siglas.

Soy consciente de que aún queda mucho trabajo por hacer para volver a generar la confianza perdida de los ciudadanos y en esto los jóvenes tenemos mucho que decir. La política necesita de jóvenes comprometidos y capacitados para dar una visión diferente, realista y cercana. Para ello, debemos demostrarnos a nosotros mismos y a la ciudadanía que no consideramos la política como una «salida de trabajo», sino como la oportunidad de poder cambiar entre todos las cosas a mejor.

Esos jóvenes existimos y estamos en todos los partidos, decididos a romper tabúes y esquemas para demostrar que esto no es lo que era. Que no creemos en la regeneración como una moda sino como la manera definitiva de hacer política y estoy plenamente convencido de que más tarde o más temprano la regeneración llegará a todos los partidos para quedarse.