La valenciana Lulú Pretél cree que su futuro pasa, como le ocurre a otros jóvenes, por buscarse la vida en el extranjero, ya que en España conseguir una escena cada vez se hace más complicado.

Los cincos años que lleva trabajando en esta industria, ¿no juegan a su favor para conseguir papeles?

Al llevar tanto tiempo, ya he rodado con casi todos los actores. Cuando llegas a ese punto, tiene que pasar un tiempo para que te vuelvan a llamar para grabar algo con el mismo intérprete. Por eso, mi idea es irme fuera. De hecho, estoy buscando en Hungría y en Londres, y, si todo va bien, en el futuro en Los Ángeles, que es también una de las mecas para este tipo de cine.

¿Hay alternativas en Internet para las actrices, de cara a no depender de un director?

Hay páginas de Internet en las que tú subes tus propios vídeos y los monetizas. De esta manera tú te conviertes en la beneficiaria directa; funcionas como una empresaria. También está la vía de las webcams o de proyectos como el reality en el que participo de Conrad Son, director del FEDA, en el que se van a colocar nueve cámaras en su casa que el internauta podrá ir seleccionando. Con Conrad conviviremos varias actrices.

¿Qué le parecen los enfoques femeninos sobre porno?

Son escenas diferentes, simplemente. Lo que sí me gustaría puntualizar es que se hace mucho porno heterosexual y homosexual, y muy poco bisexual. Sobre todo por la falta de actores masculinos. Ocurre como en la sociedad, muchos quizá lo son pero no lo aceptan y solo ruedan escenas heterosexuales.