Analizar uno de los problemas más emergentes de las nuevas tecnologías desde el punto de vista de un joven alemán, sueco o español. Con este objetivo, el instituto Cayetano Sempere se ha adentrado en un programa de intercambio de alumnos en el que el ciberacoso se convierte en el principal protagonista.

«Estamos ante una realidad que preocupa mucho no sólo en España, sino en otros países como Suecia o Alemania. Los jóvenes coinciden en que hay que hacer algo para reducir el ciberbullying», explicó Mari Ángeles Martínez, profesora de inglés y coordinadora del proyecto, junto a la docente Débora Lerma.

Y es que un total de 39 alumnos, de entre 16 y 17 años, que participan en esta iniciativa, han coincidido en que todos han sido testigos de casos cercanos en los que alguien ha sufrido ataques a través de internet alguna vez.

Ante ello, durante la primera fase del programa, que ha contado con la estancia de estudiantes de los dos países europeos, los asistentes han puesto en común falsos mitos sobre esta problemática. «Un ejemplo de lo que muchas veces creen las víctimas es que si cuentan lo que están sufriendo creen que va a ser peor. Hay otros que piensan que si el dolor no es físico y es emocional no es ciberacoso», apuntó Martínez.

Así, asuntos como éstos han sido desmontados durante las diferentes sesiones del programa de intercambio, en el que, también, los jóvenes llegaron a la conclusión de visibilizar los casos de ciberacoso. «Durante esta semana se ha resaltado la importancia de ayudar a la víctima o avisar a los profesores si conocen alguna situación de este tipo», comentó la coordinadora del programa. Asimismo, otra de las actividades en las que han trabajado los alumnos ha sido en el análisis de los anuncios de las instituciones públicas y de las asociaciones de cada país para frenar el ciberbullying. Ahora, tras una primera toma de contacto en Elche, está previsto que los estudiantes del «Cayetano Sempere» viajen a Alemania y a Suecia el próximo año para continuar avanzando en la búsqueda de mecanismos para acabar con esta problemática. Más allá de este intercambio de experiencias, el centro ilicitano se encargará de pasar encuestas a sus alumnos para detectar si han sufrido alguna vez ataques personales con las nuevas tecnologías. Además, el próximo 30 de noviembre hay programada una charla de la Policía Local sobre los peligros de esta lacra, que cada vez afecta a un mayor número de jóvenes.

El pasado mes de junio, la Unión Europea concedió al instituto una subvención de 24.979 euros. El curso pasado ya desarrollaron un programa de intercambio similar que abordó el consumo responsable en las nuevas tecnologías.