Las calles del centro, entre ellas Almórida, amanecían con restos de la batalla entre chavales con motivo de Halloween: cáscaras de huevo y chorretones sobre alguna pared tanto de claras como de sprays de espuma -único producto permitido por los agentes para que los jóvenes desahogaran sus ganas de contienda-. Fuentes de Urbaser indicaron que se habían encontrado en esta vía con una cantidad considerable de harina y huevos, a pesar de la prohibición y de la presión policial , "pero muchísimos menos que el año pasado, en los que había una barbaridad", precisaron-. Una merma que tanto comerciantes como limpiadores reconocían que se había producido gracias a la intervención de la Policía Local y Nacional, que desplegaron un amplio dispositivo desde primera hora de la tarde. Al mediodía de hoy, tras la actuación de los servicios, la calle Almórida -punto neurálgico de al controvertida práctica- ya presentaba mucho mejor aspecto. Los agentes, que cercaron gran parte del centro ayer por la tarde, se incautaron centenares de huevos, 40 kilos de harina, vinagre y sprays de pintura. Un arsenal que podría haber hecho mucho daño a los escaparates de los negocios del centro. Todavía esta mañana la batalla era comentada entre los viandantes, casi al a par que la cobra de Bisbal a Chenoa.