Las catas arqueológicas del proyecto del Mercado Central siguen sin arrancar. La empresa concesionaria, Aparcisa, a la que el Ayuntamiento de Elche adjudicó el contrato para levantar un nuevo edificio de abastos, y gestionarlo, cuando gobernaba el PP con Mercedes Alonso, continua a la espera de que los placeros que resisten en la planta baja del antiguo edificio se suban a la primera. Hasta que se no se produzca este movimiento, la empresa no podrá empezar a excavar en el subsuelo del mercado.

La previsión de la Conselleria de Cultura es que las excavaciones empiecen este mismo mes, y así lo tiene previsto desde hace bastante tiempo, ya que debe enviar a un técnico del departamento autonómico de Patrimonio para supervisar el trabajo que va a llevar a cabo la empresa especializada que ha contratado Aparcisa, que es Alebus. Sin embargo, ayer mismo, los placeros seguían atendiendo a los clientes en la planta baja, sin previsión de hacer el traslado durante este puente, como se llegó a planear desde el Ayuntamiento.

Esto significa un nuevo retraso en el inicio del proyecto, y otro chasco para Aparcisa, que empieza a desesperarse, tras tener que esperar meses y meses para seguir con un proyecto que está prácticamente paralizado desde que el PP dejó la Alcaldía ilicitana.

La Concejalía de Mercados ha trabajado durante las últimas semanas en la adecuación de puestos de la primera planta del Mercado Central con el objetivo de que los comerciantes que continuan en la planta baja se puedan reubicar, y que el edificio pueda combinar la actividad comercial con las catas arqueológicas.

Los comerciantes, a través de su representante legal, accedieron a moverse a la planta de arriba, pero siempre y cuando puedan seguir trabajando en una condiciones adecuadas, que no entorpezcan su trabajo diario.

Por eso, el Ayuntamiento ha desmontado una isla de puestos de la primera planta, la que estaba en la entrada por la plaza de las Flores. Ahí se ha dispuesto un espacio diáfano y se han adecentado los puestos de los extremos, donde se van a instalar los puestos de frutas, verduras y frutos secos. No obstante, todavía están por llegar unos nuevos mostradores, y por garantizar el cerramiento de los puestos.

Esto es lo que ha generado el nuevo retraso en el inicio de las catas arqueológicas, que se consideran cruciales para decidir, posteriormente, si se continua con el proyecto que dejó licitado el PP o no.

La previsión de Aparcisa era haber podido empezar a trabajar ya en el subsuelo del mercado, pero ahora está viendo que cada día que pasa es uno más de retraso. No obstante, el pasado viernes técnicos de electricidad dieron un vistazo al edificio, para evaluar el cableado que hay que retirar.

Conforme a los tiempos actuales, desde la empresa confían en que el arqueólogo que va a dirigir el proyecto pueda estar ya en el Mercado Central dentro de, como máximo, quince días. No obstante, esta previsión sigue dependiendo de que los comerciantes que continúan en la planta baja se trasladen a la primera planta del edificio municipal.

El proyecto de catas arqueológicas abarca una superficie total de 2.087 metros cuadrados. Está previsto que se peine todo el subsuelo de la planta del mercado, que abarca unos 1.300 metros cuadrados, más un metro y medio aproximado más de las aceras de alrededor. Las catas van a levantar una parte de la calle Ànimes, y la actual zona de aparcamiento de motos ubicado en la zona de la plaza de las Flores que da a las Cuatro Esquinas. De esta forma, se pretende que la intervención se realice en toda la superficie sobre la que está proyectado el nuevo edificio, con las plantas del aparcamiento, la entrada y la salida de vehículos.