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Para evitar la picaresca

Los requisitos en el sorteo del bloque 2 de San Antón, más duros

El Ayuntamiento ajustará las condiciones para dar acceso a las nuevas viviendas sociales con el fin de que sean los residentes del barrio los beneficiarios directos y se frene la venta a terceros

Vista panorámica de los antiguos edificios del barrio San Antón, cuyos vecinos esperan acceder a nuevas viviendas. sergio ferrández

Una cláusula para evitar picarescas. El Ayuntamiento endurecerá los requisitos para adquirir los nuevos pisos de San Antón que corresponden al segundo bloque. La nueva exigencia se dirige a mejorar el sistema de compra del futuro inmueble, con el objetivo de que sean los vecinos de San Antón los beneficiarios directos y no sea gente de fuera la que acceda a las nuevas viviendas sociales, a través de la venta a terceros. Y es que la condición indispensable, que se firmó con el Gobierno central y con la Generalitat para poner en marcha este plan de rehabilitación del barrio, es que los beneficiarios fueran propietarios de una vivienda del barrio.

De esta forma, de cara al futuro, los residentes que entren en el sorteo y que consigan un número para elegir entre alguna de las 120 casas, tendrán más difícil vender su antigua vivienda ofreciendo el derecho de adquisición a la nueva propiedad durante el proceso de la adjudicación. Con ello, el Ayuntamiento está dispuesto a ajustar los requisitos, tras la experiencia que ha habido con el primer bloque de 74 viviendas, cuyas llaves se entregarán a principios de año. «Si antes de que se acabe el plazo, un vecino renuncia a su número y vende su antigua casa con la posibilidad de acceder a una renovada, el nuevo comprador tendría que ponerse en la cola de todos aquellos vecinos que hayan salido en el sorteo», explicó el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez. Así, supuestos como éste serán tenidos en cuenta y cerrados tras su valoración, ya que el Ayuntamiento no se había enfrentado hasta ahora a un procedimiento tan complejo para comercializar nuevos pisos, que repercuten en 300 vecinos de San Antón.

Bajo este contexto, la Federación de Vecinos Dama de Elche sí que ha detectado ya picarescas de este tipo con el primer bloque, cuyo sorteo se celebró en 2009. De hecho, este tiempo ha dado para mucho. La agrupación vecinal ha recogido ya casi una decena de casos, que, aunque son completamente legales, no son considerados éticos por los vecinos. «Tras el sorteo ante notario con el listado ordenado de la gente que iba a tener prioridad, hubo quienes vendieron su antigua casa a gente de fuera anunciando con carteles por el barrio que tenían derecho a una vivienda nueva», explicó el presidente de la entidad, Bernardo Sánchez. En esta línea, desde la federación de vecinos señalaron que hay casos en los que se ha querido sacar un rendimiento económico con una iniciativa pensada para dar un hogar a los vecinos del barrio San Antón, con viviendas en muy mal estado. Y es que las nuevas viviendas tienen un coste de entre 18.000 y los 30.000 euros, un coste muy inferior al de los pisos que hay en el mercado libre.

Frente a ello, el Ejecutivo local sí que ha puesto sobre la mesa mecanismos para bloquear la especulación. «Cuando entramos al Ayuntamiento, las viviendas eran completamente libres. Ante ello, las calificamos como Viviendas de Protección Oficial, para evitar que se vendieran en un plazo determinado de tiempo», explicó el concejal de Urbanismo.

Además, hay otro mecanismo para poner freno a las trampas, como el derecho de tanteo y retracto, con el que la Generalitat se quedaría con la vivienda en el caso de detectar una operación de venta.

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