En el mercadillo medieval no llueve a gusto de todos. Varios comercios de la calle Obispo Tormo han mostrado su malestar por el hecho de que la colocación de los puestos medievales ha restado protagonismo a sus escaparates. Los comerciantes del mercadillo están obligados a respetar la entrada a las tiendas de las calles pero no los escaparates, y por eso algunos quedan totalmente tapados por los puestos medievales. «Estamos a favor del mercadillo, creemos que es bueno, pero se debería organizar para que no nos oculten tras los puestos», decía una comerciante.

No obstante, los más afectados por este problemas son los propietarios de una cafetería a los que el Ayuntamiento ha prohibido sacar la terraza, por la que pagan cada trimestre. «Nos han enviado una carta pidiéndonos que no saquemos las mesas, cuando nosotros vivimos de la terraza. Dicen que podemos pedir una bonificación, pero no nos merece la pena». josé A. Mas