Las juntas vecinales del Camp d'Elx han dicho por activa y por pasiva que el transporte público necesita mejorar sustancialmente en Elche para dar respuesta a las necesidades de las miles de personas que residen todo el año en las partidas ilicitanas. Así quedó claro durante la celebración del debate sobre el estado de la ciudad, donde todos y cada uno de los representantes de las diferentes pedanías citaron en alguna ocasión los problemas de movilidad de los vecinos del campo.
En la actualidad, el Ayuntamiento de Elche destina 784.000 euros al transporte a las pedanías, con el fin de que la empresa concesionaria realice más paradas de las estipuladas en su contrato original, pero lo cierto es que sigue siendo insuficiente para los vecinos, que demandan un mayor número de frecuencias horarias y que se amplíe el recorrido de algunas líneas, para que resulten más accesibles para los residentes del Camp d'Elx.
Una de las opciones que el Ayuntamiento quiere trasladar a la Generalitat Valenciana para tratar de mejorar el servicio es optar directamente a la concesión del servicio. La concejal de Movilidad Urbana, Esther Díez, reconoce que «necesitamos un servicio con más frecuencias para que resulte más útil para los vecinos». Por este motivo, añadió la edil, «vamos a plantear a la Conselleria de Transporte nuestra predisposición a asumir la concesión del transporte a las pedanías, que saldrá a licitación en poco tiempo».
La propuesta que el Ayuntamiento ilicitano va a presentar de forma inminente a la Administración autonómica contempla que sea el Consistorio el concesionario del servicio que gestione las líneas cuyas rutas transcurren íntegramente por el término municipal. Quedarían excluidas de esta propuestas las líneas de autobús que, pese a pasar por algunas pedanías, conectan Elche con otras poblaciones, como es el caso de la línea 4B que pasa por La Hoya, pero que acaba en Dolores y en San Fulgencio.
Si la Generalitat considera viable la propuesta que va a presentar la Concejalía de Movilidad Urbana de Elche, y resulta rentable para las arcas públicas municipales, el Ayuntamiento trataría de rescatar el servicio de transporte público a las pedanías. «Daremos el paso si los términos que nos presente la Conselleria son satisfactorios para nuestros intereses», puntualizó la edil Esther Díez.
Mientras llega, o no, el proyecto municipal para mejorar el transporte a las pedanías, en algunas partidas siguen aflorando quejas que apuntan a una desigualdad entre los vecinos del campo y la ciudad.
En la pedanía de Matola se está llevando a cabo una recogida de firmas, impulsada por un colectivo de personas discapacitadas, que quiere que la línea de autobús que pasa por Matola, Algoda y Puçol, la línea 5, efectúe una parada en puerta de sus instalaciones, para facilitar el acceso a sus miembros.
En la misma zona, la Asociación de Vecinos de Matola reclama que se amplíe la ruta del autobús y que no centre su recorrido en la Vereda de Santa Teresa. El representante de los vecinos de Matola, Antonio Martínez, explicó que «queremos que el autobús suba por la Vereda de Santa Teresa y baje por el camino del Barranco. Ahora sube y baja por la Vereda de Santa Teresa, por lo que las paradas quedan muy lejos de las viviendas de mucha gente, que, al final, opta por no utilizar el autobús, ya que les resulta más cómodo coger el coche para trasladarse a la ciudad». Sólo en las partidas de Matola, Algoda y Puçol residen más de 3.000 personas.
