A pesar del éxito que ha cosechado en tan poco tiempo y de situarse como un de los máximos exponentes de la música independiente nacional, El Niño de Elche habla con humildad y cariño de la ciudad a la que le debe el apellido de su nombre artístico. A su entender, desde que cambió el paradigma político hay una mejor visión de la cultura que hace 3 ó 4 años. Sin embargo, Francisco Contreras (El Niño) piensa que no hay que conformarse y que esta ciudad necesita una menor polarización de sus salas para avanzar y engancharse a una visión artística más radical, como la que se está dando en otros puntos de España. «Espacios como La Llotja, el Gran Teatro o L'Escorxador deben de crear más vínculos entre ellos y programar cosas que no te esperes según su tipología. Es decir, tienen que romper con etiquetas. ¿Por qué no vas a traer un espectáculo más subversivo en el Gran Teatro, que quizá, lo normal, es que fuera a L'Escorxador? Esa apertura de miras es, bajo mi punto de vista, la única manera no solo de avanzar, sino de sobrevivir en el mundo del arte», subraya este músico, que ha sido capaz, pese a las críticas de los más clásicos, de conquistar a miles de personas con una reinterpretación y deconstrucción del flamenco, que fusiona con electrónica, con rock o con lo que se le ponga por delante. La cuestión para él es innovar y dejar que el arte te empape. «De ahí que sean tan importantes, por ejemplo, iniciativas como las residencias artísticas. El problema es que quizá, cuando eso no se acompaña de medios económicos para asegurar una manutención del artista y simplemente se pone a su disposición el local, la propuesta se limitar a gente de la zona», reivindica. De ahí deriva la gran pregunta que se debe hacer una ciudad como Elche. ¿Quiere tener una cultura localista y endogámica o pretende con estos programas que venga gente de fuera y enriquezca a los ilicitanos? El Niño de Elche, que comenzó a dar sus primeros pasos como cantaor bajo las palmeras ilicitanas, sabe de buena tinta todo el peso cultural que tienen diferentes tradiciones de Elche y las respeta. «Pero no perdamos de vista a los nuevos artistas o estaremos perdidos todos en general», incide.
