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Micól: «Las instituciones no solo deben programar exposiciones de artistas famosos o de amiguetes»

Micól trabajando en su estudio en una de sus piezas cerámicas. información

La ceramista ilicitana Micól Hernández se cansó de su vida artística en Elche, donde mantuvo un estudio durante una década, y se fue con algunos ahorros y mucha ilusión a la Gran Manzana neoyorquina. Actualmente, ese salto al vacío se ha convertido en un nuevo espacio para crear y comercializar sus obras de porcelana en el Upper West Side, que combina impartiendo clases de modelado y torno. Hernández tiene muy claro que uno de los principales problemas en Elche es la falta de inversión privada en arte. «El único proyecto que es una iniciativa empresarial es la Mustang Art Gallery y está, geográficamente, en Torrellano», apunta esta artista, que ahora vive en mitad de una de las capitales de la creación a nivel mundial donde el mecenazgo se encuentra a la orden del día. «La clave cuando el arte queda en manos públicas es que suelen reservarse muy pocos fondos para el mismo, por lo que es muy importante saber a quién pones a manejarlos. La institución no solo debe apostar por programar a gente conocida o a amiguetes», resalta Hernández, que combinó esos diez años de labor profesional en Elche con viajes y exposiciones en Dinamarca, Inglaterra o Italia, donde también encontró otras maneras de hacer. «Eché de menos durante esos años -se fue hace seis- muestras colectivas de nuevos artistas de Elche, que dinamizaran un poco espacios como el Museo de Arte Contemporáneo. Por lo que me llega, tampoco parece que se hayan hecho muchos esfuerzos en ese sentido», reivindica la ceramista, que aunque asegura que es un «culo inquieto» y eso le arrastró a Nueva York, le hubiera gustado sentirse más apoyada por su ciudad. «A todos nos encantaría desarrollarnos donde nacemos», dice.

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