Un botín de escaso valor le ha salido caro a un hombre que en la madrugada del domingo al lunes se coló en una cafetería de la calle Reina Victoria y se llevó del interior de una cámara frigorífica dos bolsas de cruasanes congelados. Una patrulla de Policía que en ese mismo momento se encontraba por la zona se percató de que el hombre saltaba una valla que impide la entrada a la cafetería y se colaba en el interior. Los agentes le detuvieron al instante, al encontrarse con el flagrante robo, y recuperaron los objetos de los que se había apoderado: no fueron más que una decena de cruasanes congelados.

Tras identificarle y comprobar que contaba con varios antecedentes policiales y detenciones en el último año, el hombre quedó custodiado en el calabozo de la Comisaría hasta que ayer pasó a disposición del juzgado de guardia, donde reconoció los hechos.

Dado que se trataba de un robo en grado de tentativa y que el valor de lo que pretendía llevarse consigo era ínfimo, el Ministerio Fiscal solicitó que se le impusiera la pena mínima. Pese a eso, el hecho de haber accedido al local por escalamiento supone que el delito sea de robo y no de hurto, por lo que la pena impuesta ayer de conformidad con el reo acabó siendo de seis meses de prisión. El hombre no tendrá, sin embargo, que ingresar en la cárcel, pues se le concede la suspensión de la ejecución de la pena por no tener antecedentes judiciales computables a efectos de reincidencia, con la condición de que no vuelva a delinquir.