La caída de la inversión en obra pública ha obligado a las empresas de la provincia que se dedican a este sector a salir al exterior para poder mantener el tipo. La Federación de Obras Públicas de Alicante así lo advierte a la vez que muestra una gran preocupación por el escaso interés que, según indican, muestran las Administraciones públicas españolas por apoyar a un grupo de empresas que en la provincia da empleo a 12.000 personas.
Europa, Asia, el norte de África, el Golfo Pérsico o los países de Sudamérica son algunos de los destinos donde las empresas de la provincia del sector de la obra pública tienen actualmente puestas sus esperanzas para poder seguir trabajando, hasta que la actividad vuelva a reactivarse en España. Desde infraestructuras ferroviarias hasta hospitales, el sector está pujando por una gran diversidad de proyectos. También se están levantando importantes hoteles. De hecho, hay empresas que desarrollan más del 90% de su actividad en el extranjero.
El presidente de Fopa, Javier Verdú, valoró que «entendemos que digan que hay otras prioridades, como la Sanidad y la Educación, pero todo tiene que seguir. Y las Administraciones españolas se olvidan de que el sector de la construcción tiene mucha mano de obra». Así las cosas, aseveró Javier Verdú, «las empresas han tenido que dar saltos importantes para no desaparecer».
Un movimiento que no se entiende desde el sector teniendo en cuenta las deficiencias actuales en la provincia, donde consideraron que siguen siendo necesarios proyectos como la mejora de los accesos al aeropuerto, la conexión del Puerto con el Corredor Mediterráneo, o el tercer carril de la autovía Crevillent-Benferri, por citar tres ejemplos.
La patronal destacó que «si en España no hay dinero para financiar obra pública, hay que buscarlo donde sí hay», apuntando directamente a la Unión Europea. Esta reivindicación del sector llega la misma semana en la que la provincia ha perdido ayudas de fondos europeos para, entre otras actuaciones, modernizar la conexión ferroviaria entre Murcia y Alicante, que utilizan 8.000 personas cada día.
En este sentido, el sector de la obra pública considera que las administraciones no se están tomando en serio la posibilidad de acceder a las subvenciones de la Unión Europea, y les instan a prestar más atención a las convocatorias para no ir de improvisación e improvisación.
«Estamos en un callejón sin salida», reconocía Javier Verdú, a la vez que recordaba que «la construcción es un sector que genera empleo de forma inmediata desde la firma del contrato, con una cantidad importante de trabajadores». Verdú valoró que «los 62 millones de euros que la Generalitat Valenciana ha invertido en obra pública durante los primeros siete meses de 2016 es una cantidad insignificante para un sector tan importante».
Desde la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia) reconocían que esta situación es una realidad, pese a mostrarse más esperanzados por la recuperación del sector inmobiliario.
El presidente de Provia, Antonio Ferrández, destacó que «llevamos varios años con un incremento progresivo en el sector de la construcción, que se traduce en un 30%». Esta situación hace que los promotores inmobiliarios hayan vuelto a trabajar en la provincia después de pasar los peores años de la crisis buscando proyectos, también, en otros países.
No obstante, Antonio Ferrández destacó que «las empresas de la provincia cuentan con una nivel de eficiencia muy alto por lo que son muy valoradas en el exterior. De ahí que tengan más fácil competir por proyectos de obra pública en el exterior, donde estamos muy bien valorados».
La provincia de Alicante cuenta actualmente con unas 60 empresas, de distintos tamaños, dedicadas al sector de la obra pública, que dan empleo a más de 12.000 personas.
