«¿Qué hace una Dama como tú en un sitio como éste?». Con esta gracia y sencillez simplifica el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante (UA), José Uroz, el leitmotiv de la excavación que va a iniciar de manera inminente en el yacimiento ilicitano de La Alcudia y que se centrará en la zona donde se encontró el busto ibérico. El objetivo de estos trabajos es, según este reconocido arqueólogo, responder a una serie de hipótesis vinculadas a la constatación de que la Dama de Elche es una urna funeraria. «Son fundamentalmente tres y se basan en que trataremos de averiguar si la zona en la que se encontró era una necrópolis y, por lo tanto, no había ciudad ibérica por aquel entonces allí; si dicha urbe se ubicaba en otro lugar o si el busto se encontraba en mitad del ámbito urbano en alguna especie de mausoleo y, por lo tanto, era de alguien importante», detalla el profesor.

Para conseguir desvelar estos misterios su equipo, que el pasado miércoles tuvo una de sus primeras reuniones de trabajo, pretende aplicar las técnicas más novedosas en materia de arqueología. Por ejemplo, los drones, que hasta ahora no se habían usado para una excavación en el yacimiento ilicitano. «Este aparato lo utilizaremos para ir tomando fotos del marco de actuación conforme vaya avanzando el proceso. Lo bueno de esta tecnología es que, a través de sus imágenes, puedes discernir detalles que son imposibles ver desde el suelo. Incluso descubrir sombras de posibles elementos arquitectónicos como una muralla. Hay algunos drones que te pueden ofrecer datos de lo que se encuentra a cierta profundidad», explica el propio Uroz, que ya ha utilizado este tipo de tecnología en los trabajos que ha desarrollado en la antigua colonia romana de Libisosa, en Albacete, donde ha podido efectuar importantes hallazgos.

De hecho, entre la veintena de personas que componen su equipo, hay varios arqueólogos que han excavado con él en el yacimiento albaceteño. Pero, sin duda, eso no es lo más reseñable de este colectivo. La «alineación» con la que cuenta José Uroz para esta nueva aventura es de auténtico lujo. Quizá porque puede ser una de las más importantes que se han llevado a cabo en la antigua ciudad de Illici, debido a que no se ha movido una piedra en dicha área desde que se produjo el fortuito descubrimiento en 1897 de una de las piezas más icónicas de la historia de Elche.

El equipo lo componen primeros espadas en investigación de la Universidad de Alicante como el propio director de la Fundación La Alcudia, Alejandro Ramos; el catedrático en Análisis Geográfico Regional y especialista en Paleoclimatología Jorge Olcina; el decano de la Facultad de Ciencias de la UA, Luis Gras García; y el de Filosofía y Letras, Juan Mesa, entre otros.

También hay colaboradores de otras universidades como la catedrática de la Complutense de Madrid, Teresa Chapa, una de las mayores expertas de España en escultura ibérica, y el profesor de la Università di Napoli L'Orientale Fabrizio Pesando, con el que el catedrático alicantino ha excavado durante varios años en las ruinas de Pompeya (Italia).

José Uroz indica que es un equipo multidisciplinar, con especialistas en áreas como informática, química, fotogrametría, latín, redes sociales (de cara a la difusión)... Una de las profesoras que intervienen, Mari Paz de Miguel, es experta en osteoarqueología, ciencia a través de la que «a partir de un hueso puede descubrir toda la historia que hay detrás de la persona de la que proviene», indica el catedrático José Uroz, además de reseñar que dicha docente formó parte de la investigación que se realizó hace poco en Alcalá de Henares en torno a los restos óseos del escritor Miguel de Cervantes.

El catedrático de la Universidad de Alicante regresa casi 30 años después a excavar en el yacimiento ilicitano de La Alcudia. La última vez fue en el año 1989 y los resultados le valieron uno de los premios Importante del diario INFORMACIÓN.