La junta de gobierno ha decidido esta mañana dar diez días a los vendedores para que se marchen del antiguo inmueble una vez se finalicen los trabajos para comprobar si existen o no restos arqueológicos en la zona. Cuestión que si, finalmente se confirma, paralizaría el proyecto del nuevo Mercado.

La portavoz de la junta de gobierno, Patricia Macià, señaló que "si se tiene que optar por otro modelo se verá a partir del resultado de las excavaciones. A partir de ahí se verá si los placeros tienen que desalojar el inmueble por la construcción del nuevo edificio o por la rehabilitación. De momento se han dado diez días".

Asimismo, la corporación municipal ha desestimado las alegaciones de los placeros sobre la extinción de los derechos de concesión de explotación de los puestos. Un informe jurídico municipal ha dictado que los vendedores tienen 50 años de concesión y que ya están caducos.

Compromís ha vuelto a ausentarse del debate sobre este punto al no compartir el modelo del nuevo mercado.