Elche está en camino de ver minimizado uno de sus problemas históricos con la basura. El Consorcio para la Gestión de Residuos Urbanos del Baix Vinalopó ha comenzado a redactar un plan, cifrado en alrededor de 15 millones de euros, según los anteproyectos iniciales, destinado a modernizar la planta de reciclaje y el vertedero controlado de la partida de Vallongas. Un plan a gran escala que supondrá alargar la vida útil y minimizar los malos olores generados en las instalaciones.
La modernización de la planta de basuras, la más antigua de la provincia, consistirá en la automatización de la maquinaria y en la reducción de los residuos de rechazo, con el objetivo de que éstos no superen el 44% de la capacidad del vertedero, según confirmó ayer a este diario el diputado de Medio Ambiente, Javier Sendra. Al mismo tiempo, la intención es generar beneficios para el compostaje y la recuperación de los residuos.
Y es que, después de quince años en funcionamiento, desde la institución provincial consideran que la maquinaria ha cumplido con creces su vida útil.
Al mismo tiempo, el plan que elabora el consorcio atenderá una de las reivindicaciones más sonadas en las zonas rurales del término municipal próximas a esta planta de tratamiento. «La aplicación de nuevas técnicas y la puesta en marcha de un circuito más cerrado aminorarán al máximo las molestias que sufren los vecinos», aseguró el diputado de Medio Ambiente.
Con estas pretensiones, el organismo, formado por diez ayuntamientos -siendo Elche el municipio mayoritario- y la Diputación, tiene previsto presentar el proyecto de construcción de la planta entre noviembre y principios de diciembre. Aunque las fechas para que comiencen las obras todavía no están definidas, desde el organismo provincial confirmaron que el año 2020 es la fecha tope para adecuar las instalaciones al Plan Integral de Residuos, pero estimaron que los plazos podrían adelantarse. De momento, el proyecto ya está presentado en la Conselleria de Medio Ambiente desde el 31 de agosto.
Dentro de este procedimiento, también hay en marcha un estudio económico para definir cuánto aportará cada Administración pública y las subvenciones a las que se podrá optar ante un proyecto de tal inversión. En este sentido, la posibilidad de que la modernización de la planta afecte al recibo de los ilicitanos no se descarta desde la Diputación, desde donde señalaron que esperan que sea lo «mínimo posible».
