El equipo de gobierno ilicitano tiene frenado, desde el pasado mes de junio, la señalización de las terrazas en el centro de Elche, que programó realizar a finales de marzo y que, a día de hoy, se suponía que tenía que estar ejecutada en varios centenares de establecimientos y solo se ha podido realizar en alrededor de cuarenta. La principal razón, según el concejal del área competente -Aperturas-, Carlos Sánchez, son los múltiples problemas que, desde el principio, han tenido con los hosteleros a la hora dibujar las marcas en el suelo de sus establecimientos. Un sistema que están empleando en otros municipios de la provincia como Alicante o Benidorm.
«Muchos de los que se quejan alegan que este mecanismo de delimitación no viene recogido en la actual normativa municipal de actividades económicas o que las señales que les marcamos no se corresponden con los metros que les concede la ordenanza», explicó a este diario Carlos Sánchez, a la vez que argumentó que «eso deriva en una maraña administrativa que dilata mucho los tiempos y es por eso por lo que hemos decidido frenar toda esta macroperación municipal, que afecta a cerca de 300 negocios de Elche, hasta que tengamos aprobada la modificación de dicha ordenanza», subrayó.
Un dato reseñable es que el edil de Aperturas ya no habla de nueva ordenanza de actividades económicas, como lo hacía en el pasado, sino de modificación. Una decisión que tomó, junto a miembros de la Concejalía, la semana pasada y «que atiende a que queremos tener un texto nuevo, o al menos modificado, cuanto antes para desatascar cuestiones como la delimitación de los veladores», dijo. Carlos Sánchez detalló que, si optan por una nueva normativa, los plazos podrían alargarse a tres o cuatro meses, mientras que con una actualización solo tardarán cerca de mes y medio.
Este proceso, según Sánchez, implicaría una fase de consulta pública a través de la web municipal y otra en la que se dará audiencia a los ciudadanos afectados y se recogerán aportaciones.
Lo mismo pretenden hacer con la ordenanza del ruido: modificación en vez de aprobar una nueva. Ambas normativas también las adaptarán a lo que les obligan dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), que actuó a partir de sendas denuncias de la Asociación de Afectados por el Ruido de Elche y en las que les daba la razón de manera parcial. De hecho, esta agrupación vecinal dijo que iba a recurrir ante el Supremo al no quedar totalmente conforme con el resultado. Por ejemplo, en lo que tiene que ver con las mediciones del volumen de los equipos de sonido de algunos locales, que a esta asociación les parecen poco «sorpresivas» porque la ordenanza exige dos comprobaciones, una previa y otra posterior para verificar el ruido con el emisor acústico parado.
Y llegó el verano
El concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, indicó que el verano también ha jugado un papel importante en que se haya frenado este plan especial de ordenación de las terrazas. Entre otras cosas, porque muchos hosteleros les solicitaron más espacio para esta época del año, en la que hay mayor clientela por el turismo y las fiestas de Elche, y consensuaron algunas ampliaciones, «por lo que tratar de realizar una reordenación en esas fechas era también inviable». Aunque esta planificación parece que se le está enquistando al Consistorio ilicitano, el edil tiene claro que «la única manera de regular este tema, y de conciliar los intereses tanto de los establecimientos como de los viandantes y de los vecinos, pasa por estas marcas dibujadas en suelo. Quizá los tiempos no sean los previstos, pero al final sé que lo conseguiremos».
