Isabel Miralles asegura que siempre ha tenido claro que iba acabar abriendo su propio necio. Con 30 años acaba de poner en marcha una boutique de firmas españolas, con taller de confección, en pleno centro de Elche. «Es mi primer negocio, pero mi familia siempre ha tenido empresa, por lo que estoy acostumbrada al sector», explica la emprendedora.

La puesta en marcha de su negocio fue rápida, en un par de meses abrió el establecimiento. «Paseaba una tarde con mi hermana por el centro de Elche y me gustó la zona para abrir mi primera tienda», dice Isabel Miralles, a la vez que explica que, «en un principio, no tenía muy claro qué tipo de negocio iba a poner en marcha, ni la forma». No obstante, según indica, «al final descarté la opción de una franquicia para tener más libertad a la hora de tomar decisiones».

La idea de esta emprendedora es abrir más tiendas con la marca que ha registrado. «Me decidí a abrir un establecimiento de moda después de visitar la feria de Madrid, donde vi ideas que me gustaron y me lancé». Miralles abrió su establecimiento dos meses después de tomar la decisión, apoyándose económicamente en sus ahorros y un pequeño préstamo para reformar el local y afrontar los primeros gastos. «Estoy contenta con la inversión», asegura.