La media docena de puestos que permanecen abiertos en la planta baja del Mercado Central han empezado a abrir la puerta a la posibilidad de subir a la primera planta del inmueble con el fin de que se puedan realizar las catas arqueológicas. Y todo ello pese a que en los últimos días se habían negado a este extremo por activa y por pasiva. No obstante, dejaron claro que lo consultarán con los abogados para ver las consecuencias que puede tener la propuesta del Ayuntamiento. En cualquier caso, el concejal de Mercados, Carlos Sánchez, aseguraba ayer que ya estaba todo hecho, y que los vendedores habían aceptado el traslado. La postura de los placeros en torno a este tema siempre ha sido la misma: nada de traslados. No obstante, y ante el inminente comienzo de los trabajos arqueológicos, parece que han empezado a dar su brazo a torcer, aunque sin una respuesta clara todavía.

El concejal de Mercados, Carlos Sánchez, aseguró que «ha habido muchas reuniones con los placeros y, finalmente, se ha aceptado una de las propuestas presentadas, que es la de facilitarles el traslado hasta una zona de la primera planta». El compromiso del Ayuntamiento es, según dijo Carlos Sánchez, «facilitar el traslado en todo lo que nos sea posible, para que no tengan problemas de movilidad».

Desde el Ayuntamiento todavía no se tiene claro cuando empezarán las catas arqueológicas que pueden condicionar el proyecto del nuevo Mercado Central, obligando a su modificación o, simplemente, volviéndolo inviable.

Los único que se tiene claro es que el traslado de los placeros de la planta baja a la primera planta se quiere hacer con la «mayor celeridad posible», para que la empresa que va a realizar las catas arqueológicas, Alebus, pueda ponerse manos a la obra lo antes posible, con el fin de empezar a despejar las dudas que rodean el polémico proyecto ilicitano.