Ser alérgico no debe ser un motivo de exclusión social. Así de claro lo tienen los padres y madres del colegio Princesa de Asturias de Elche que cuenta con una grupo específico en la Asociación de Madres y Padres de Alumnos que trata el problema de los escolares con alergias alimentarias.

Una de las primeras acciones que ha llevado a cabo este grupo de padres este curso es formar a los maestros para que sean conocedores de las enfermedades que tienen sus alumnos y que conozcan, llegado el caso, actuar cuando alguno de los niños afectados sufra una reacción alérgica que requiera de una atención urgente.

Los padres, asesorados por los médicos, han explicado a los maestros la forma correcta de inyectar a los niños una dosis de adrenalina con la que se consigue frenar la reacción alérgica. Una de las madres, Ana Ortiz, explicó que «se trata de niños con necesidades especiales a los que hay que saber atender, por lo que hemos creído conveniente crear un protocolo específico».

Uno de los aspectos más importantes en el que los padres han formado a los maestros es la administración de dosis de adrenalina en caso de que el alumno presente síntomas graves como garganta cerrada, ronquera, tos repetitiva, respiración entrecortada, pulso débil, presión arterial baja, desvanecimiento, palidez, labios o piel azulada.

Desde el Ampa del Princesa de Asturias aseguraron que, «ante estos casos, es muy importante que el profesor aplique una dosis de adrenalina al alumno, ya que es mejor ponerla, aunque no haga falta, que no ponerla».

El protocolo realizado por los padres establece que los aplicadores de adrenalina de cada alumno deberán estar visibles en las aulas, y siempre en el mismo sitio, para no haya problemas a la hora de localizarlos si es necesario utilizarlos.

Además de la forma de inyectar adrenalina en el colegio Princesa de Asturias, también se tiene en cuenta la presencia de niños alérgicos a productos como la lactosa, fructosa o los huevos, a la hora de organizar actividades lúdicas. La presidenta del Ampa, Rosa Molla, aseguró que «es muy fácil organizar una merienda o una chocolatada para que todos puedan disfrutar, ya que existen alimentos que pueden ser consumidos por todos, y no nos implica un mayor coste».

Desde el colectivo de padres y madres echan en falta una normativa que tenga en cuenta las necesidades de los niños con alergias. En la actualidad la Comunidad Valenciana sólo cuenta con una normativa relativa al trato de alumnos con enfermedades crónicas, pero, según valoraron desde el colegio Princesa de Asturias, «es muy general y no valora las necesidades específicas de los niños con alergia a los alimentos, que es lo que nosotros demandamos».

Baleares es la única región de España donde los colegios cuentan con una normativa autonómica donde se establece un protocolo de actuación para atender a alumnos con alergias, según indicaron fuentes sanitarias.