La pareidolia es un fenómeno psicológico que lleva al ojo humano a encontrar formas de caras u objetos en las nubes, el gotelé o las manchas de humedad en la pared. Un efecto que suele ir íntimamente ligado a los intereses de cada persona. Es decir, si a uno le interesan las aves, como es el caso del artista ilicitano Manuel Bru, es más sencillo que sea capaz de discernir la silueta de un pájaro entre un conjunto de estímulos visuales vagos o aleatorios.

En la exposición que inaugura mañana este creador en la Sala Lanart de L'Escorxador, y que mantendrá allí hasta el 16 de octubre, juega con esta idea. Este dibujante, formado en la Facultad de Bellas Artes de Granada, propone una serie de obras que parten de una sucesión de trazos, tramas y manchas más anárquicas que, poco a poco, se van transformando en formas que evocan animales, especialmente aves. Un interés, tanto artístico como medioambiental, que se afianzó en Bru en 2011, cuando para su trabajo de fin de máster estuvo dos meses en el Parque Científico de Granada dibujando una colección de aves rapaces; tiempo en el que se centró en la idea del animal como individuo con personalidad propia.

La exposición la titula «A través del Big Bang». Y es que para este ilicitano, al principio del proceso creativo, sobre el que también reflexiona en esta muestra, se genera una especie de explosión en el interior del artista que conduce a un camino repleto de incertidumbre, lo que a su vez lo hace apasionante. «En esta muestra, que fue mi tesis de fin de doctorado, también hablo de lo efímero, de lo volátil... De todas esas cosas que pasan por delante de ti sin apenas darte cuenta. Establezco, además, ese pequeño vínculo con la naturaleza, ya que muchas veces las pequeñas cosas te hablan de otras más grandes», determina Manuel Bru, a la vez que recuerda que profundizó en los terrenos más abstractos del arte cuando estuvo de Erasmus en Venecia, tiempo en el que quería alejarse de los retratos para encontrar técnicas que le abrieran nuevas posibilidades. Aparte de esta exposición, realizó en Elche una individual en 2010 y una colectiva en 2012, además de otra individual en 2014 en Granada. Cuenta, asimismo, con dos premios de Expojove, concedidos por el Ayuntamiento de Elche, y uno del Instituto de Andalucía de la Juventud denominado Desencaje. Mañana, en L'Escorxador, vuelve a retomar su propio vuelo.