El 1 de enero de 2009 el Ayuntamiento de Elche activaba el denominado Huerto de los Niños y las Niñas, una iniciativa por la cual cada pequeño nacido tendría una palmera dedicada con su nombre y apellidos, contribuyendo así a engrandecer el Palmeral ilicitano. El primero se habilitaba al final de la avenida de Jubalcoy, con 1.288 palmeras; mientras que el segundo está ubicado junto al Hospital del Vinalopó y tiene cerca de 2.491 ejemplares.

Este último se ha convertido, más que en un jardín para visitar, en un entorno para lamentarse. Ya de entrada, en el acceso principal de la avenida Adolfo Suárez, dos vallas amarillas reciben al visitante, lo que puede representar un aviso de lo que le espera a todo el que se adentre.

Nada más caminar unos metros, a la izquierda, junto a una zona para sentarse, ya se encuentran los primeros restos tras un botellón: bolsas de comida basura, litronas e incluso se ve cómo algunas piedras las han utilizado como partidor de almendras, con las cáscaras alrededor.

En la zona de juegos infantil, se han retirado dos bancos (hace unos meses resultaron dañados), mientras que el que queda está marcado por una pintada.

La base de un gran poste de publicidad tampoco se salva de las pintadas, mientras que al fondo, a la derecha, dos sofás, medio escondidos, revelan que, aprovechando la oscuridad, es el lugar utilizado por la gente para seguir haciendo botellón.

Muchas palmeras secas, otras sin podar, numeroso alcorques rotos, pocas papeleras, y las que hay están llenas, suciedad en las orillas junto a las aceras, los pilones con los nombre de los niños y las niñas volcados o desplazados o rotos, son otras de las imágenes que han hecho de este parque un despropósito.

El edil de Medio Ambiente, Antonio García, recuerda en primer lugar los antecedentes: «En los cuatro años de Gobierno, el PP no hizo nada, por lo que no hay que olvidar la no gestión de los populares». El edil también destaca que se creó en una zona donde se pensaba que iba a darse un gran desarrollo de viviendas, algo que al final no ha sido así y que deja a este huerto como uno de los menos visitados.

Seguidamente, apunta que el pasado mes de febrero se practicó la primera poda «después de casi cuatro años y medio»; en julio se llevó a cabo un tratamiento contra el picudo; y antes del verano se arregló buena parte del riego del huerto.

El edil de Limpieza, Héctor Díez, indica por su parte que tampoco hay que olvidar que, tras el paso del Ejecutivo del PP, prácticamente se han quedado con el 50% de la plantilla en Parques y Jardines, sin obviar que el término municipal es muy numeroso en cuanto a zonas verdes a atender.

En cualquier caso, el edil de Medio Ambiente apunta que el lunes, tras el fin de semana y los botellones, es cuando más sucio está el huerto, pero, sobre todo, subraya que hay que redefinir el espacio, porque para el que nació ya no tiene sentido.

Para empezar, ya está previsto trasladar los juegos infantiles a otro punto de la ciudad, además de que se va a solicitar más vigilancia por parte de la Policía Local e instalar alumbrado para tratar de mermar el vandalismo, los botellones e intentar frenar el hecho de que se haya convertido casi en un foco de desperdicios.