Eloy de Paco se ha criado en parte en Elche, aunque ahora profesionalmente está vinculado a Alicante, desde donde representa a los detectives privados valencianos. En la provincia trabajan cerca de 80.

¿Cómo está la profesión?

Cada vez hay más compañeros habilitados. Para ejercer tienes que estar autorizado por el Ministerio del Interior, que te da una Tarjeta de Identidad Profesional (TIP), cosa que simulan y se inventan otros con placas, con elementos falsos, por lo que son intrusos. Aquí hay crisis como en todos los sectores, hay altibajos, pero cualquiera, sea un particular o una empresa, puede necesitar un detective.

¿Cuáles son los casos más frecuentes hoy en día?

El tema de la infidelidad es residual. Pero hay gente que quiere saber dónde y con quién va su hijo de 14 años; o tiene un problema por la herencia; o hay que localizar a un socio que ha desaparecido. En los últimos años los casos más frecuentes son de tema financiero, mercantil, fraudes a aseguradoras, competencia desleal y absentismo laboral. A nivel de familia, es muy importante por el tema de la pensión, si el cónyuge está trabajando o no y también el tema de la tutela de los niños. Ahora lo habitual es la compartida, pero si uno de los dos no tiene condiciones para cuidarlo, están los niños solos o con la abuela, sí que se investiga para que estén atendidos debidamente. Los detectives puede investigar todos los hechos privados, salvo la vida íntima, que entra dentro de los derechos fundamentales.

¿Qué regulación tienen ustedes?

La Ley de Seguridad Privada indica que los detectives tienen la exclusividad de la investigación privada en España. En cualquier circunstancia de la vida privada podemos participar, salvo que sea un delito. Una investigación no es espionaje. Nosotros estamos regulados por ley, y el hecho de tener en una agencia a alguien no habilitado como detective legalmente puede suponer una multa de entre 30.000 y 600.000 euros. Pero además la persona que nos viene tiene que tener un interés legítimo para que se investigue a tal o cual persona. Pongo un ejemplo: un marido que quiere investigar a su mujer por un tema de infidelidad está legitimado. Pero un hombre que quiere investigar a su cuñada, para ver qué es lo que hace, no estaría legitimado. Una de nuestras obligaciones por ley es que tenemos que velar por los derechos fundamentales de nuestro cliente, pero también de nuestro investigado, porque no es un delincuente hasta que no lo diga un juez.

¿Puede un detective llegar a donde no llegan las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado en casos como el de Diana Quer?

No. En este tema hay que valorar ante todo si la ausencia es voluntaria u obligada. No hay que olvidar que es mayor de edad y es libre de circular libremente por el territorio sin tener que decirle a nadie su paradero. Si su ausencia es forzada es un delito y nosotros no podemos entrar. Otra cosa es que la Guardia Civil la localice y le comunique a los padres que está bien, pero no tiene obligación de revelarle el paradero. A partir de ahí, como ya no es un delito, los padres sí que podrían contratar un detective para saber dónde está. También, si se ha parado la investigación, pero no se ha resuelto el caso y sigue habiendo un delito, se puede solicitar al juez, por el artículo de la tutela efectiva, un permiso para que los padres contraten a un detective profesional.

Por su experiencia ¿qué cree que ha pasado en el caso de Diana Quer?

Esto es más un opinión propia, sin saber nada del caso, desde la distancia y por lo que he podido saber de los medios. Pero me parece que podría ser algo voluntario. El primer día, cuando se hicieron públicos los mensajes, había algo que no encajaba. Esos mensajes de whatsapp podrían ser más para despistar a conciencia. Si te están acosando y te pones nerviosa llamas al 112 o algún número parecido, no te pones a enviar mensajes. Además, la Guardia Civil ha dejado los rastreos y se le busca ya incluso en Italia. Me da la impresión de que puede no haber un final malo, pero es un tema muy complejo y solo es mi opinión.

¿Cómo está el tema del intrusismo?

El gran problema que nos encontramos es el de los intrusos. Hay como dos o tres por cada detective habilitado. Muchas veces son los que mejor están posicionados en la web o los que se anuncian más. En la Comunidad Valenciana además de hacer constar el número de TIP que emite el Ministerio del Interior, es obligatorio estar colegiado. No tener el número de TIP es como decir un médico que no tiene el número de colegiado. Y esto lo pagan todos los ciudadanos. No solo es ya un problema de economía sumergida, es que se está tratando con datos de menores o datos médicos que caen en manos de intrusos. Y además, acuden a juicios, aportan pruebas y esas se pueden invalidar, porque ha habido una usurpación de funciones, después de que el cliente se haya gastado su dinero. Ahora se han inventado lo de inteligencia, pero si no hay un detective detrás, eso es un delito, porque no hay legitimidad. El detective es una persona cualificada que ahora tiene unos estudios de grado de cuatro años en la universidad. Luego la experiencia ya se coge con el tiempo, como en todo.

Hace unos meses se dio a conocer una empresa de calzado que aseguraba que había sido espiada...

Si alguien se sobrepasa, eso es un problema de la persona, no del detective. Si ha cometido un delito, allá él, pero que no lo mezclen con el colectivo. Lo primero que hay que pedirle a alguien en estos casos es que se identifique con la TIP. Hay que recordar por una parte que difundir la vida íntima de una persona no puedes hacerlo, lo hagas con una cámara de botón o con una grande. Las cámaras no es lo malo. No es el medio, sino el uso que tú le des. Luego, si entras con tus argucias para tomar pruebas de que se está cometiendo un delito, ahí esa acción podría estar legalizada porque voy a obtener unas pruebas no para cometer un delito, sino para evitar que se cometa. ¿Cómo se descubre a los falsificadores? Entras a comprar, comparas el modelo con el original, lo denuncias ante la Policía y esta actúa. Otra cosa es que tú accedas para copiar el modelo y hacerlo público. Eso son dos cosas diferentes. Antes de que se expanda más esa posible copia fraudulenta, yo puedo entrar para demostrar que se está copiando algo que está patentado, eso sí que es legal. Lo que no puedo es hacerme pasar por un funcionario público, aunque sí por un comprador y llegar a adquirir material. Si es espionaje es un delito. Hoy en día en un botón puedes llevar una cámara y es un delito si tú vas a copiar, no para denunciar. Para copiar una marca lo más fácil es comprar un modelo en el mercado y replicarlo. Otra cosa es chafar el modelo antes de que salga, pero supongo que la empresa original tendrá la patente.

¿Acuden a ustedes mucho las empresas con este perfil?

La industria en general, no solo del calzado, está preocupada en evitar fugas de información. También se colocan cámaras en despachos de la empresa para ver si hay algún empleado que hace un mal uso de la información interna privada. Cualquiera puede venir y copiar información en un pen. Hay gente que incluso guarda información en papel, como a la antigua usanza, para evitar que le sigan el rastro informático. Suele ser algún trabajador desleal y muchas veces el que menos te esperas. Todo es muy complejo y nunca hay dos casos iguales.

¿Qué hay del espionaje a través de internet?

Un hacker puede meterse en una empresa y hackearlo todo. En lo que se están formando los detectives ahora es en informática forense. Una cosa es ser espiado informáticamente, a través de un hacker, y otra es cuando tu tienes a un empleado del que sospechas que puede estar copiando o sacando información. Entonces sí que se hace una investigación: se clona el ordenador del trabajador, se investiga y se estudia si está copiando información o enviando. Eso es informática forense y existe.