Manuel M. lleva cinco años sin probar el alcohol y participa en el grupo de Alcohólicos Anónimos de Elche. «Bebía desde las 6 horas hasta la madrugada, sin parar. A las 9 de la mañana ya llevaba seis copas en el cuerpo». M. bebió más de cinco litros de alcohol diario varios años. Perdió a su mujer y familiares porque no quería reconocer su adicción y le echaron del trabajo. «Tenía lagunas mentales y por ello fui a la UCA», asegura. Llegó a vivir en la calle porque perdió su casa porque el dinero de la hipoteca iba directo al bar. M. entró a Alcohólicos Anónimos con intermitencias y porque no tenía hogar y arrastraba alguna causa pendiente con la policía. Desde entonces, dice, «mis ojos ya no tienen el telón gris del alcohol, ahora traen brillo de nuevo». S. M.