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Con muchos deberes por delante

El tripartito arranca su segundo curso político con los inminentes retos de solucionar los problemas con el Mercado Central y el hotel de Arenales y de tener contento a C's para que apoye sus presupuestos

Con muchos deberes por delante

El tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Elche encara el inicio de su segundo curso político con la incógnita de saber qué margen de recorrido tiene aún. Si podrá ir más allá de lo acometido en estos últimos meses, de si guarda todavía cierta capacidad para sorprender (para bien), de hacer rebrotar algo de ilusión tras el primer año «postPP» y de si será capaz de hacer realidad algún proyecto novedoso o de envergadura, no faraónico, pero sí motivador económica y laboralmente hablando. O al menos de dejar labrada una tierra fértil y firme para tiempos mejores. Todo ello más allá de intensificar las políticas sociales, lanzar planes de empleo, mejorar en transparencia, potenciar la actividad cultural del municipio o de seguir progresando en participación ciudadana y sostenibilidad ambiental en la localidad.

Lo de presentar una nueva actuación ambiciosa, que no derrochadora, parece muy complicado. No hay dinero más que para mantener lo que hay, por lo que parece muy improbable que PSOE, Compromís y Partido de Elche se saquen un par de ases bajo la manga con el fin de hacer realidad, al menos en la ciudad, alguna iniciativa comercial o urbanística que dé pie a un revulsivo en la generación de negocio y empleo, al margen de ampliar Elche Parque Empresarial, que se ha empezado a «vender» en este 2016, pero que es un proyecto que va a necesitar un tiempo.

Precisamente, el grupo municipal socialista confirmaba ayer que, para este nuevo ejercicio político, la ruta a seguir no difiere mucho de la inmediatamente precedente. En concreto, el alcalde de Elche, Carlos González, aunque en calidad de secretario general de los socialistas ilicitanos, informaba de las tres «prioridades» que se fija su grupo.

La primera es continuar con la política social, es decir: evitar desahucios, abordar los casos de emergencia social, apoyar a las familias en riegos de exclusión social y «corregir las profundas huellas que los recortes han dejado en la ciudad», según el primer edil.

La segunda prioridad para este nuevo ejercicio es «contribuir a la regeneración económica y activación de empleo», además de apoyar la reindustrialización. El problema aquí es la limitada capacidad que tiene un Ayuntamiento de crear puestos de trabajo.

Barrios y pedanías

La tercera prioridad pasará por mejorar los servicios públicos en barrios y pedanías y, en concreto, mejorar el transporte público a las partidas (una cuestión que depende del Consell) y tratar de solucionar los problemas con el servicio de Correos en el Camp d'Elx (un tema que también excede de la competencia municipal).

La edil de Compromís, Mireia Mollà, pone el acento, por su parte, en que este segundo tiempo que se abre es propicio ahora «para apuntalar y profundizar en los cambios que se han iniciado», en referencia sobre todo a las medidas sociales «y no solo en lo que tiene que ver con bienestar social, sino en lograr una mejora para conseguir unas condiciones más dignas para todos los ilicitanos».

En este punto hacía referencia ayer a la transversalidad, de manera que, por ejemplo, los ciudadanos noten avances, además de en el área de bienestar social, en movilidad, sostenibilidad ambiental, servicios, etcétera.

«Aquello de "repensar Elche" se tiene que concretar y se tiene que iniciar más claramente», añadía la lideresa de Compromís, quien indicó que es momento de «planificar urbanísticamente, de llevar a cabo un desarrollo económico-industrial, de pensar qué es Elche, cómo queremos exponernos al mundo y de crear un marco estable, que no caduque al año siguiente, sino que perdure».

Por su parte, el único edil del Partido de Elche, Jesús Ruiz Pareja, destacaba ayer que el nuevo curso político «va cargado de ilusión, constancia, de buena sintonía y de ganas de mejorar muchas cosas en la ciudad». Su formación, que tiene importantes proyectos para las áreas que asume, como son Deportes y Consumo, señaló que se tienen que poner en marcha otras cuestiones que prefiere abordar antes con sus socios, aunque avanza que se su partido sí quiere dar pasos significativos en materias como calzado, empleo, agricultura y medio ambiente.

Aunque en teoría hasta 2019 no tocarían elecciones municipales, hay una cierta niebla en el horizonte, una calma tensa, una ligera intranquilidad que no termina de desaparecer para casi ninguno de los grupos con representación municipal porque, cabe recordar, el tripartito se mantiene desde finales de febrero de este año en minoría.

Ruptura de relaciones

Tras nueve meses de PSOE y Compromís compartiendo nave con Ilicitanos por Elche, los dos primeros tuvieron que recomponer la situación tras romperse las relaciones con Cristina Martínez y Fernando Durá, y dieron permiso para subir a bordo al único edil del Partido de Elche, con el cual no llegan, no obstante, a la mayoría absoluta en el salón de plenos.

Esto abrió por fuerza un cierto escenario de incertidumbre que se podría ir agravando conforme más nos acerquemos a 2019 e incluso en función de lo que pase en La Moncloa. De momento, para empezar, los presupuestos de 2017 precisan de un respaldo mayoritario. Ahora mismo el Gobierno municipal lo componen 13 regidores, mientras que la oposición está conformada por 14.

Compromís y PSOE ya han escenificado sus diferencias con respecto al rumbo a seguir con el Mercado Central, un problema que, junto con el hotel de Arenales del Sol, se tiene que clarificar en estos próximos meses, dos cuestiones polémicas y que podrían marcar este mandato. No obstante, su compromiso de continuar siendo un «Gobierno plural» parece que sigue siendo algo sólido. «Hay un trabajo de unión, sin fisuras, de paz y estabilidad», alegaba ayer Pareja.

Mientras, el PP se puede enfrentar este curso político a una guerra interna por el control del partido entre Mercedes Alonso y Pablo Ruz. Las primarias, si llegan, serán pasado 2016. De momento, la posibilidad de plantearse volver a la Alcaldía antes de 2019 queda lejos. Primero porque algunos ediles populares ya le han dejado claro que no piensan pactar con Ilicitanos por Elche. Por otro, los tres ediles de Ciudadanos no se sienten cómodos, por ahora, teniendo de posible socio a la exalcaldesa.

Es más, Ciudadanos se ha convertido hoy por hoy en el apoyo indispensable, casi sin disimulo, del tripartito, pese a que su discurso es el contrario y se quiera aparentar que atiza a PSOE y Compromís. Muchas de sus mociones e iniciativas en el pleno sí que están saliendo adelante en estos últimos meses y seguramente influirá en la elaboración de las cuentas 2017.

En definitiva, arranca un curso político que servirá para confirmar las altas expectativas anunciadas por el tripartito o para evidenciar un ejercicio echado a perder.

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