Los ocho vendedores (tienen derecho a ocupar unos 14 puestos físicos) que permanecen repartidos entre las dos plantas del Mercado Central mantienen su sentir como el primer día. No se quieren marchar, consideran que sus concesiones continúan en activo y rechazan ser reubicados, como se les ha planteado en varias ocasiones desde el Ayuntamiento, en los mercados de la plaza de Madrid y de la plaza de Barcelona. Y menos aún en el provisional. Unos insistían ayer de nuevo en que tenían concesiones con una vigencia de 99 años. Otros, por algo menos de tiempo. En cualquier caso, todos coinciden en que mantienen la misma postura que al principio. Incluso aseguraban que fueron ellos los que invitaron al Consistorio a que comenzara las catas, «de lo cual no hemos tenido contestación alguna», añadían. De igual modo, se quejaban ayer de que, con tantas noticias sobre el Mercado, muchos clientes piensan ya que está cerrado. J. M. G.