El año de récord del turismo valenciano lo será también para la modalidad más desconocida y menos de moda en España. Los campings vivirán en 2016 su ejercicio dorado que supera ya en porcentaje de ocupación incluso a la media del sector. Sus virtudes, además de la sostenibilidad ambiental, la desestacionalización y la internacionalización. Campings exclusivos para 20 personas, con parques acuáticos, en el corazón de parajes naturales del interior y en primera línea de playa. Para todos los bolsillos y gustos y repartidos por la Comunidad Valenciana.

La provincia de Alicante es un buen ejemplo del auge de esta modalidad turística, pues es la tercera de España en cuanto a ocupación, con 28.000 plazas divididas en 38 establecimientos. De los más conocidos, por sus instalaciones que lo han convertido en un auténtico resort y por el volumen de turistas que acoge durante todo el año, es La Marina Camping Resort, de Elche. Conocido anteriormente como Camping Internacional La Marina, sus propietarios optaron por cambiarle el nombre, para camuflar la palabra «camping» hasta hacerla desaparecer por completo en las campañas publicitarias -La Marina Resort- debido a que «el turista nacional asocia esta palabra con turismo barato y cutre», explica Patrick Le Metayer, de la dirección del complejo.

Las instalaciones ilicitanas confirman la tendencia a la desestacionalización del sector, ya que si bien en verano la ocupación es más alta -rozando el 100%-, en invierno se sitúa en el 80% para las parcelas, y un 50% para los bungalows.

Otro punto de referencia en la provincia es el camping Marjal, en Crevillent y Guardamar del Segura, otro de los que se ha convertido en un auténtico resort donde pasar las vacaciones, ofreciendo muchos más servicios que la propia pernoctación de un camping.

Durante el invierno, son los turistas internacionales los que ocupan buena parte de las plazas de los camping. «En países como Alemania hay una capa de nieve en invierno. Vienen aquí y, por el día, hace calor y van en manga corta, aunque las noches sí sean más frescas», apunta Le Metayer. De hecho, las piscinas están abiertas todo el año, por el reclamo turístico. «Esta es una situación que solo se da en la Comunidad Valenciana, sobre todo en Alicante y Murcia», añade, lo que beneficia, en invierno, a estas instalaciones con respecto a los Campings de Cataluña, donde muchas caravanas de turistas internacionales, por cercanía, optan por pernoctar en verano.

La ocupación media en el conjunto de instalaciones en toda la Comunidad para el mes de agosto se espera que sea del 90% (en julio rozó el 80%) y en el acumulado de todo el ejercicio en curso el conjunto de los campings estuvieron al 54% de capacidad. Un 15,6% más en número de viajeros (356.490 en lo que llevamos de 2016), un 13% más de pernoctaciones (3.361.416) y un 6,4% más de ocupación, según los datos registrados por la Agencia Valenciana de Turismo.

Pero si la desestacionalización es llamativa, más lo es la internacionalización. El 75,2% de los usuarios de estas plazas son extranjeros y sólo el 24,8 % de territorio nacional. Los 125 campings registrados en la Comunidad Valenciana y sus 71.600 plazas se han convertido en un escaparate de la oferta turística. La valenciana es tras Cataluña y Andalucía, la tercera autonomía con mayor capacidad para albergar este público específico que busca combinar el descanso con la convivencia con el medio ambiente.

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, considera al turismo de camping muy «interesante» para la diversificación del sector. «Debemos prestigiarlo porque nos ayuda a romper con la estacionalidad y porque el sector tiene una visión del negocio muy avanzada», asegura Colomer, quien reconoce que en muchos municipios ayuda a «salvar los inviernos».

Para el Consell, asegura Colomer, es un perfil de visitante fundamental porque «es respetuoso con el entorno» y «plantea un consumo responsable», frente a otros modelos como el todo incluido. Pero el secretario autonómico no quiere lanzar las campanas al vuelo y plantea que este público se debe «fidelizar» para «salvar el futuro». «Debemos poner las luces largas porque esta coyuntura favorable pasará y hemos de estar preparados», afirma.

Para las comarcas y los municipios, los campings se han convertido en un motor turístico complementario. Así lo reconoce el propio Colomer, quien asegura que los nuevos gobiernos nacidos de las urnas del pasado 24-M de 2015 tienen entre sus prioridades las autorización de estas instalaciones.

Así, en los campings del Camp de Morvedre (Valencia) se ha colgado el cartel de completo en lo que va de temporada estival, un hecho que no se producía desde hacía varios años, tal y como han comentado los gerentes de las dos instalaciones que existen en la comarca: El camping Malvarrosa -Corinto, en la playa de la Malvarrosa de Sagunt y el Camping Sierra Calderona en Estivella. Playa e interior.

En el complejo de Estivella, de cuatro estrellas, la ocupación ha sido del 100%. Las 250 parcelas que ofertan para caravanas se han completado y a esto se suman los 18 bungalows, lo que arroja una cifra de más de 2.000 usuarios que se han hospedado en estas instalaciones de La Baronia. La mayor parte de los clientes son nacionales y en concreto de la provincia, pero este año, las casas rurales han estado ocupadas por turismo internacional, franceses y holandeses, según avanzan desde la gerencia.

En cuanto al camping de la playa, de segunda categoría, que dispone de 130 parcelas fijas para caravanas y otras tantas para la instalación de tiendas de campaña donde hay cabida para un centenar, la ocupación también ha sido del 100%, principalmente la segunda quincena de julio y la primera de agosto.

Las instalaciones de La Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida mejoran sensiblemente sus resultados con respecto al verano pasado. En mayor o menor medida, todas las zonas de acampada consultadas destacan un aumento de su ocupación con respecto a años anteriores, sobre todo durante el mes de agosto. El Camping Mariola de Bocairent, en concreto, presume de haber conseguido sus mejores resultados desde el año 2012. Por otro lado, la dirección del camping Natura de Rugat y el de Los Carasoles, en Navalón, también declara haber recibido una mayor afluencia de turistas con respecto al año pasado, aunque admiten que el incremento no es muy acusado.

El camping de Quesa regentado por José Antonio García es un caso especial. Se trata de un paraje con dos zonas de acampada para grupos de jóvenes y otra más tranquila reservada para una demanda más tradicional. En los tres espacios García manifiesta tener una ocupación muy alta durante todo el verano, especialmente hasta la segunda quincena de agosto, con visitantes procedentes de toda España.

Oliva es una de las ciudades de referencia de la Comunidad Valenciana en cuanto al número y calidad de los campings se refiere. En esta ciudad hay siete instalaciones de este tipo, todas ellas están prácticamente en primera línea de la playa.