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Quejas sin soluciones en el centro de mayores de Altabix

Los familiares de los residentes denuncian que sus peticiones no llegan a instancias superiores

Quejas sin soluciones en el centro de mayores de Altabix

Las quejas desde la Asociación por la Dignidad y Bienestar de los Ancianos en las Residencias (Adbar) en relación a la situación en las instalaciones para ancianos y el centro de día de Altabix no hacen más que crecer.

La familiar de una de las usuarias del centro residencial ha llegado a poner una denuncia por tocamientos a su madre, hecho que llevó a abrir una investigación policial en el centro. Otras denuncias más han llegado por parte de otros miembros de la asociación a causa de la deficiencia en la comida y dietas o en la higiene del recinto. De momento, ninguna de ellas ha prosperado por falta de pruebas.

Y es que, según afirman desde Adbar, la coordinación del centro no documenta ni reporta las quejas de los usuarios a las instancias superiores. Según Mabel Manzano, miembro de la Asociación, «si no hay registro, no hay consecuencias».

El centro de Altabix es de titularidad pública, responsabilidad de la Conselleria de Bienestar Social y lo gestiona la empresa privada Clece desde hace un año. El recinto asiste a 116 personas para servicios residenciales y a 20 personas para estancias diurnas.

Según Adbar, existen problemas serios de coordinación en el centro y de la gestión por parte de la empresa Clece y responsabilizan a esta última de las deficiencias en la atención de pacientes y a la Conselleria de permitirlo «por su inacción».

La Conselleria de Bienestar Social ya ha realizado dos inspecciones en las instalaciones desde que en abril un diputado de Podemos elevara una consulta a les Corts en relación a las peticiones de los afectados. Según fuentes de Bienestar Social, en estas inspecciones no detectaron ninguna anomalía y aseguran que están en continuo contacto con los usuarios del centro y que escuchan sus peticiones y reclamaciones pero que no les ha llegado la notificación de nada grave. Aseguraron que a partir de septiembre realizarán mejoras con respecto a las ubicaciones de salas de esparcimiento para los mayores y mejoras de mantenimiento pero que no tienen noticias de alarma sanitaria u otras más graves durante las inspecciones.

Ante esta afirmación, Adbar asegura que sí han hablado directamente con la dirección del centro para interponer quejas pero que no han llegado a estancias superiores o que, en otros casos, según afirma Julia Hernández, una de las integrantes de la asociación, desde la dirección del centro les han pedido que no eleven quejas y que lo solucionarían desde dentro. Por este motivo, afirman, muchas de sus peticiones no han sido escuchadas. Además, aseguraron, durante la última de las inspecciones pusieron un refuerzo de auxiliares y una comida diferente a la que comen a diario sospechando que sabían que iban a ser visitados por los técnicos.

Asociadas

Adbar surgió a principios de año. Primero como plataforma tras una reunión de familiares donde expusieron los problemas que detectaban en el centro y, desde junio, como asociación. Desde entonces han mantenido reuniones con miembros del Ayuntamiento como la edil Teresa Maciá y han llegado hasta les Corts.

Su principal petición es que aumente el número de personal y auxiliares preparados para atender las necesidades de los ancianos. En este momento el centro tiene a 31 auxiliares y desde enero no han entrado refuerzos, cuando en otras épocas sí que podían contar con más personal.

Asimismo, denunciaron que una gran parte del personal que atendía a los ancianos ha sido despedido desde la llegada a la gestión de Clece, con lo que la mayoría del personal es nuevo y el resto ha sufrido presiones ante sus protestas.

Además de las graves denuncias sobre tocamientos a una interna que dieron pie a una investigación policial, las asociadas han denunciado deficiencias en el mantenimiento del centro, desde radiadores que se caen a ventanas que no cierran, humedades en las habitaciones o desperfectos en las camas que crean heridas en las extremidades de los residentes. En cuanto a la higiene, también han denunciado que hay ancianos que han estado hasta veinte días sin duchar cuando el máximo que puede pasar es de una semana. También han detectado la presencia de bolsas de basura hasta diez días en los lugares de aislamiento de personas con infecciones. La falta de personal, aseguran, también provoca una deficiencia en la dieta de los mayores, que durante los fines de semana no tienen cocinero y su comida se centran en las conservas de pescado. Desde Adbar esperan que pronto puedan dar solución a sus demandas y mejorar la situación de los usuarios del centro.

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