«Una copita de mistela a media mañana y alguna que otra de champagne». Este es el secreto para llegar al siglo de vida, según Carmen López; «y algún que otro cubata», apuntó un familiar de la vecina ilicitana a la que homenajeó ayer el Ayuntamiento de Elche durante la celebración de su cumpleaños número 100. Carmen, afincada en la ciudad desde hace 72 años -nació y se crió en Novelda-, ha dedicado toda una vida a cuidar de sus cuatro hijos, que con los años le dieron once nietos. Un árbol familiar que se completa con nada más y nada menos que 12 bisnietos. Ayer, una pequeña representación de la familia se unió para celebrar la efeméride, tras la fiesta que sí reunió a todos la pasada Nit de l'Albà.

Pese a su edad, asegura estar practicamente como un roble -«no tengo azúcar ni colesterol»-, recalcó-, por lo que en el menú de ayer no faltó la tradicional coca ilicitana, la tarta, con velas de tres cifras, y, por supuesto, su copa de cava. Su memoria, a pesar de que dice que la va perdiendo con el paso de los años, también da signos de una salud excelente: «Me mudé a esta casa un 24 de noviembre y empecé a trabajar desde muy joven, en el campo. A los 14 años, me apunté al sindicato. Fue en el año 1931, al inicio de la República», relata.

Desde que se casó, «a los 28 años, muy tarde en aquel entonces porque las chicas se casaban desde muy jovencitas», dedicó su vida a su familia, aunque ahora su oficio es «dotora, me dedico a mirar todo lo que pasa por la ventana», bromea. Sin embargo, también le gusta mucho la televisión -en especial los programas de Juan y Medio- y estar informada.

Y pese a que rechazó hablar de política, se confesó «de corazón socialista, no podía ser de otra manera con un padre y hermano en la cárcel -tras la Guerra-», señaló, por lo que recibió con mucha ilusión la felicitación del alcalde, Carlos González, tanto como primer edil «como secretario del partido».