Tragedias como la del miércoles en la A-7, a la altura de Elche, donde un accidente entre un camión y dos coches acabó con cuatro fallecidos, hace que se disparen las preguntas sobre la peligrosidad de las carreteras y sobre si la densidad del tráfico es superior a la capacidad de los viales. Y es que la provincia de Alicante se caracteriza, precisamente, por contar con carreteras que se sitúan entre las más peligrosas de España, además de aglutinar tres autovías que sobrepasan la media nacional de intensidad de tráfico, que se sitúa en 23.260 vehículos diarios. A partir de esa cifra, las autovías ya comienzan a considerarse saturadas.
En concreto, la A-7, donde se produjo el terrible siniestro esta semana, entre Elche y Crevillent, se registra una media anual de 56.452 vehículos diarios (el doble del promedio nacional), de los que 9.581 son camiones. Solo en agosto del ejercicio pasado, este vial ya soportó 64.889 vehículos diarios. Este tramo, con un firme en mal estado y baches, es de elevado riesgo para los vehículos pesados tal y como se ha desprendido en el último informe EuroRAP. De hecho, se encuentra entre los 20 más conflictivos del país.
A su vez, en la A-70, entre Mercalicante y la Universidad de Alicante, pasan una media de 81.900 vehículos diarios, según el Ministerio de Fomento. Mientras, el promedio del pasado año se situó en torno a los 79.479 vehículos. Este punto sigue a la espera de acoger actuaciones de urgencia para evitar los alcances y la congestión de tráfico.
La tercera vía de alta capacidad en discordia es la A-31, de Alicante a Madrid, donde encuentra la mayor intensidad de tráfico a la altura de Petrer y donde las curvas se convierten en el principal enemigo de la circulación. Este punto concentra una media de 50.410 vehículos diarios, que suele dispararse en los meses de verano. Y es que, en agosto de 2015, la media alcanzó hasta los 92.131 vehículos diarios.
La intensidad de tráfico también es problemática en otros viales de la provincia, como es la N-332, donde, desde Alicante hacia el sur, el número de vehículos puede duplicarse en verano. Este vial de un solo carril por sentido puede llegar a concentrar más de 30.000 vehículos diarios, según los expertos. Esta vía, según los datos del Ministerio de Fomento, ha registrado en el primer semestre del año una intensidad de 22.412 vehículos en Guardamar, 24.164 en La Vila Joiosa y 15.971 en El Verger.
Ante todo ello, expertos han puesto sobre la mesa que en viales de alta capacidad, concretamente en los de varios carriles, los problemas de tráfico se generan por la diferencia de velocidad entre los vehículos. De hecho, la alta densidad de camiones que aglutinan autovías como la A-7, a la altura de Elche, al igual que el tramo de la N-334 en el término de Villena, provoca el desequilibrio, o popular «rebufo», entre los conductores que circulan con turismos ligeros, al entrar en proximidad con los pesados.
«Una de las principales medidas que hay que atender en autovías como ésta es la reducción de las diferencias de velocidad y la siniestralidad. El desarrollo del Corredor Mediterráneo reduciría el número de vehículos pesados, ya que se desplazarían en el ferrocarril de mercancías», explicó Armando Ortuño, ingeniero y profesor de Ordenación del Territorio en la Universidad de Alicante.
Accidentalidad
En esta línea, según el último informe de EuroRAP, diez de los 20 tramos de mayor accidentalidad para los vehículos pesados están en la Comunidad Valenciana. Este estudio refleja que los camiones se vieron implicados en más del 80% de los siniestros ocurridos en el recorrido de la N-344 por Villena y La Font de la Figuera. Mientras que en la A-7, entre Elche y Crevillent, este tipo de vehículos estuvieron involucrados en un 45% de los siniestros ocurridos entre 2012 y 2015.
Otros puntos conflictivos de la provincia, en general, se localizan en los cruces de la N-340, en la Vega Baja, principalmente en las intersecciones de riesgo situadas entre Albatera y Orihuela.
