El Camp d'Elx da mucho más que frutos y hortalizas que se exportan a numerosos países del mundo. Es también un lugar que da cobijo a una especie autóctona valenciana en peligro de extinción, la oveja Guirra. En mitad de un paraje bucólico, donde los ganaderos apenas se pueden contar ya con las dos manos, un ilicitano se ha propuesto ayudar a preservar una raza, de la que únicamente hay censadas unos 4.000 ejemplares.

El corral del productor ovino, Francisco Rubio, alberga ya una quincena de cabezas y pretende alcanzar el centenar en dos años y medio. Un pastor que, junto a otros ganaderos repartidos por la Comunidad Valenciana, quiere proteger la especie, a través de un plan de mejora genética impulsado por la Asociación Nacional de Criadores de Raza Guirra, ANGUIRRA. En la provincia, tan solo quedan cuatro productores repartidos en la Marina Alta, que también conservan esta especie única, con un pasado muy convulso.

«Sabemos que llegó a estos territorios por intercambios comerciales con el Magreb, y tiene su sentido, por el clima mediterráneo. Pero es que también se conocen sus raíces de Oriente Próximo», explicó Rubio.

Sin embargo, tal y como explica el pastor, esta especie de ovejas comenzó a perderse con la Revolución Industrial y se primaron otras razas más comerciales. Ahora, los criadores valencianos, y entre ellos, el productor ilicitano, tienen como objetivo conseguir un morfotipo perfecto para asegurar la continuidad de la raza. Con ello, sus protectores deberán hacer una selección genética de la especie y así fomentar su conservación.

Territorio óptimo

El rebaño de Paco Rubio se ha convertido en un ganado único en las tierras ilicitanas. En su finca ecológica habitan sus quince ovejas, rodeadas de cultivos. «El campo de Elche tiene un mosaico y un ambiente muy óptimo para el ganado ovino. No como ocurre en Castilla La Mancha», explica el productor. Y es que, precisamente, la vegetación que envuelve el paisaje agrario de Elche favorece la alimentación de estas ovejas.

De esta forma, el carrizo y las plantas alófitas que rodean el humedal de El Hondo, son parte de su comida, al igual que los dátiles, e incluso, algún manjar de lentejas.«Es muy importante para el campo tener miniganadería. Beneficia tanto al productor de ovejas, porque comen gratis y al agricultor, porque desbrozan sus fincas», afirma el pastor ilicitano.

Como defensor de la ganadería en todos los sistemas agrarios, Rubio es de los que piensa que esta forma de vida, bien gestionada, sólo puede dar ventajas. De hecho, como socio fundador de la Asociación por el Desarrollo Rural del Camp d'Elx, ADR, considera vital potenciar la ruralidad en el término municipal y este tipo de programas de conservación.

Ahora mismo, las guirras no son su fuente de ingresos, ya que espera poder empezar a generarlos en dos años y medio cuando llegue a las cien cabezas, pero tampoco le suponen un gran esfuerzo para mantenerlas. Eso sí, según explica el protector de esta especie autóctona, es muy importante legalizar el ganado y contar con los permisos burocráticos para formar parte del programa de conservación genética de la raza, al que quiere adherirse el ilicitano.

Asimismo, otra de las ventajas que tiene este tipo de rebaños es que las subvenciones públicas que ofrecen las administraciones son mucho más altas que las que se aportan para otros ejemplares. «Mientras que para otras especies tienen en cuenta las hectáreas que tiene la finca para dar las ayudas, para este caso dan 129 euros por cabeza al año», comenta el productor.

Especiales

Las particularidades de este ganado protegido son diversas, desde caracterizarse por tener partos gemelares, lo que ayuda a la rápida reproducción de la especie, hasta sus hábitos de alimentación. Además, según recoge la Asociación Nacional de Criadores de Raza Guirra, en el pasado se explotaba por su triple aptitud, carne, leche y lana, aunque en los últimos tiempos se ha especializado en la primera de éstas.

Además, proporciona un cordero de tipo pascual, que se sacrifica entre los 20 y 25 kilos de peso, y alrededor de los tres meses de edad. La producción de leche es notable en los contados rebaños que aún se ordeñan.

De esta manera, entre las perspectivas de futuro del colectivo, está la de promocionar sus productos derivados, cordero y quesos, por sus características singulares, para que se puedan diferenciar del resto.

Asimismo, el registro de la asociación considera que comarcas más importantes donde se ubican son La Vall d'Albaida, Valle de Ayora, Camp del Turia y Canal de Navarres en Valencia, La Marina Alta y la Plana de Castellón.