La industria zapatera de la provincia está sufriendo la crisis que se está registrando en los mercados europeos. Este es uno de los motivos por los que según la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado, (Avecal), las exportaciones han caído durante el primer semestre del 2016 un 14,4%, provocando, a su vez, un descenso de la producción del 11% en el sector.
La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado, Marian Cano, valoró ayer que en esta situación «está resultando clave la coyuntura que se está registrando en algunos países de la Unión Europea, ya que más de 70% del producto que exportan nuestras empresas se dirige a los mercados europeos».
Países como Francia y Bélgica son algunos de los destinos con los que tradicionalmente han trabajado las empresas zapateras de la provincia, y donde se han registrado los mayores descensos en las exportaciones durante el primer medio año.
Por ello, las patronales, tanto la Federación de Industrias del Calzado Español, como la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado, coinciden en que las empresas deben diversificar su presencia en los mercados intencionales, abriéndose paso en países emergentes, y no apostar por un único mercado, para evitar acusar caídas como la que se está reflejando en la actualidad en los países europeos. Desde Avecal indicaron que «las empresas que enfocan su producto a Europa, o a un único país, son las que pueden atravesar más dificultades».
Marian Cano aseguró que la situación actual afecta de igual manera a todas las empresas de la provincia, donde Elche y Elda tiene un peso importante. No obstante, el calzado que más se exporta es el de señora, que tradicionalmente se ha fabricado en Elda.
Sin embargo, desde el sector destacaron que la producción se ha estandarizado durante los últimos años, y extendido a otras localidades del valle del Vinalopó e incluso de la Vega Baja. De esta forma se puede encontrar alguna de las 2.739 empresas de calzado que hay en la provincia en localidades como Villena, Petrer, Crevillent, Monóvar, Aspe, Catral, Callosa de Segura, Orihuela, Dolores, Almoradí o San Isidro.
Ante el descenso de la producción, cifrado en un 11% en lo que va de 2016, ya ha empezado a aparecer el fantasma de los despidos. Una opción que desde la patronal valenciana descartaron ayer por completo. La presidenta de Avecal recordó que «las empresas del sector acumulan años de crecimiento en las exportaciones desde el 2010, por lo que la situación de estos últimos seis meses se puede canalizar». Es más, desde Avecal aseguraron que «no tenemos constancia de que ninguna empresa esté atravesando dificultades graves».
Por su parte los sindicatos de trabajadores apelan a la responsabilidad de los empresarios ante este panorama. Desde el sindicato de trabajadores de Comisiones Obreras, Martín Carpena, dijo que «no se trata de ponerse la tirita antes de que se produzca la herida». Por lo que mostró su convencimiento de que «los empresarios actuarán con la prudencia y la responsabilidad que el sector del calzado requiere».
Desde los sindicatos apuntaron que «los empresarios tienen una responsabilidad social y esperamos que no se intente sacar tajada de la situación, tomando decisiones que vayan en contra de las condiciones laborales de los asalariados». Por eso, desde el sindicato CC OO instaron a las empresas a buscar soluciones para evitar daños colaterales en el colectivo de trabajadores, que en la provincia de Alicante está formado por más de 20.000 personas.
Esta situación se produce pocas semanas después de que el Boletín Oficial del Estado publicase en el nuevo convenio laboral del calzado para 2016, 2017 y 2018, que contempla una subida progresiva de los salarios del 3,5%. Un acuerdo al que se llegó el pasado mes de junio después de varios meses de negociaciones, y con el que tanto patronales como sindicatos pretendieron dar estabilidad a la industria de cara a los retos más inmediatos, y uno de ellos es el hacer frente al cambio de rumbo de las exportaciones.
