La aventura ha comenzado. Quince peregrinos invidentes se han propuesto demostrar que el Camino de Santiago no tiene barreras. Guiados por la superación, y también por sus perros, un grupo de personas ciegas de distintos puntos de la Comunidad Valenciana, entre ellos dos ilicitanos, José Antonio Mira y Sonia Collado, han iniciado el peregrinaje a la capital gallega.

La iniciativa, pretende demostrar la importancia de este tipo de canes, además de reivindicar los derechos de los usuarios de estos animales de poder circular con ellos en medios de transporte y lugares públicos. Así, alrededor de un centenar de kilómetros por senderos totalmente desconocidos se han convertido en un auténtico desafío, que por ahora, ha comenzado con muy buen pie.

«Nos está yendo fenomenal, los perros están respondiendo muy bien y nosotros también», apuntó Mira.

De esta forma, exceptuando alguna que otra baja por lesión de rodilla o torceduras, los peregrinos siguen su marcha hasta Santiago de Compostela, en etapas de unos 13 kilómetros diarios. Las cuestas han sido, quizás, lo más complejo que se han encontrado en el camino estos quince usuarios de la Asociación de Perros Guía de la Comunidad Valenciana que se han propuesto alcanzar todo un reto.

Tras partir el domingo, está previsto que la expedición pueda llegar el jueves a la meta, donde hay preparada una actividad cultural para los participantes. Desde la delegación ilicitana de la Once, su responsable, Mari Carmen Belmonte, elogió la aventura y recalcó su calado.

«Va a ser una experiencia bastante bonita, un desafío, debido a su dificultad y una forma de avanzar en la eliminación de barreras», apuntó la delegada de la agrupación, integrada por alrededor de 400 socios en la comarca.

Tras varios meses de preparación, los usuarios e Asociación de Perros Guía, son conscientes del reto al que se enfrentan. «Sabemos que va a ser muy difícil, pero me hacía mucha ilusión. Es una meta más para demostrar nuestro espíritu de superación», apuntó José Antonio Mira.