Los servicios de Diagnóstico por Imagen y Medicina Nuclear del Hospital Universitario del Vinalopó de Elche han incorporado recientemente la radioembolización, un tratamiento novedoso para los tumores hepáticos no operables, tanto primarios como secundarios.

Para realizar este tratamiento se requiere de equipamiento complejo, con tecnología de última generación en Medicina Nuclear y Radiología Vascular. El Hospital del Vinalopó, primer centro de la provincia de Alicante que lleva a cabo esta práctica, cuenta con un equipo multidisciplinar integrado que se reúne semanalmente para evaluar a los pacientes oncológicos, según se indica en una nota de prensa desde el citado centro hospitalario. Este equipo trabaja de forma coordinada para llevar a cabo la intervención y de esta forma han tratado con éxito varios pacientes con tumores hepáticos de diferente etiología.

Este tratamiento está indicado en el hepatocarcinoma, metástasis hepáticas de cáncer de colon, de mama y de tumores neuroendocrinos, entre otros. Cada paciente debe ser evaluado individualmente por un comité multidisciplinar para poder ofrecer la mejor opción terapéutica en cada caso particular.

El objetivo de este tratamiento es frenar el crecimiento de la enfermedad y mejorar o mantener la calidad de vida, lo que se consigue en la mayoría de las veces. Además, al reducir el tamaño del tumor, en algunos casos, permite extirpar el o los tumores mediante cirugía.

El hígado es asiento frecuente de una gran variedad de tumores, tanto primarios como secundarios o metastásicos, cuyo tumor primario se encuentra a distancia, frecuentemente en el colon, pero también en otras regiones.

Para los tumores hepáticos el mejor tratamiento y el único potencialmente curativo es la cirugía, pero, lamentablemente, esta se puede aplicar en un pequeño grupo de pacientes, debido a la extensión del tumor o a otras situaciones que contraindican la cirugía.

El objetivo de esta novedosa técnica es la administración de radiación directamente dentro del tumor, respetando el hígado sano. Esta radiación la emiten unas pequeñas esferas radiactivas de tamaño microscópico que van cargadas de Ytrio-90, el elemento emisor de radiación.

«Las microesferas se inyectan, a través de un catéter, en la arteria hepática que irrigan los tumores para ser arrastrados por el flujo de sangre y alojarse en ellos. Las micropartículas atrapadas en los capilares tumorales comienzan a emitir la radiación que lesiona lentamente los tumores. Se trata de un tratamiento complejo en cuyo diseño participan especialistas de Oncología, Hepatología, Cirugía, Radiología y Medicina Nuclear», explica el doctor Román Rostagno, radiólogo vascular intervencionista. La técnica consiste en inyectar las pequeñas esferas cargadas con el isótopo radiactivo en la arteria hepática, desde donde se dirigen preferentemente a la lesión tumoral. Allí quedan alojadas y emiten radiación, dañando a las células tumorales.