Las playas de Elche están registrando este verano un número de atenciones, por parte del servicio de socorrismo y salvamento, muy elevado. La medida lo da el hecho de comparar los servicios que se prestaron por estas fechas, una vez transcurrida la mitad de verano, el pasado año, con los que se han realizado en la campaña actual.
Las cifras indican que prácticamente se han multiplicado por cuatro las atenciones en las playas ilicitanas donde DYA, la concesionaria del servicio, está presente: El Altet, Arenales, Carabassí, La Marina y El Rebollo.
En concreto, se ha pasado de 1.231 partes de atenciones -al finalizar julio de 2015- a los 4.458 en la presente campaña estival.
Desde el servicio de socorrismo y vigilancia se indica que no solo se debe a que este año hay muchos más bañistas, sino que sobre todo esto responde a que el número de medusas es mucho mayor con respecto al pasado ejercicio.
De hecho, en solo un mes del pasado verano se registraron 980 picaduras por medusas. Actualmente, la cifra supera holgadamente las 4.000.
«También es verdad que la gente venía con una rozadura de una medusa en el brazo y, al rato, volvía la misma persona con otra en la pierna», matizan desde DYA, dando a entender así que la proliferación de medusas es tal este verano que muchas atenciones corresponden a una misma persona en distintos momentos del día de baño.
Junto a esto cabe señalar que las picaduras por pez araña también se han incrementado notablemente: de 78 el pasado año en julio, los servicios de socorrismo han tenido que practicar este año no menos de 346 curas. De igual modo, este año se han registrado cuatro heridas por los pinchos de erizos, por ninguna del ejercicio anterior.
Un día con 300 asistencias
Fuentes de DYA ponen como ejemplo que solo el pasado sábado se atendieron más de 300 laceraciones por medusas. «Los medios (humanos) son los mismos, pero este año está habiendo muchas más medusas», insisten desde este servicio de asistencia en plena arena.
Pero al margen de la acción y efecto de los seres marinos, los propios bañistas también están sufriendo este año más percances, por decirlo de algún modo. En este sentido, en el mes de julio en el litoral ilicitano se han atendido 11 mareos o insolaciones (frente a ninguna de julio de 2015); cuatro picaduras de insectos (11); cinco casos de arena en los ojos (0); y 146 contusiones o golpes (3), por citar algunos casos.
No obstante, julio del pasado año fue más intenso en cuanto a traslados en ambulancia, puesto que se alcanzaron 37 frente a los 21 de este año. Los síncopes, las reacciones alérgicas medicamentosas y los golpes de calor suelen ser aquí los motivos más comunes.
Arenales del Sol es la zona donde más servicios de este tipo se prestan. El pasado año, en el primer mes fuerte del verano, se contabilizaron 635 atenciones. En este año han sido 2.524.
Le sigue el Carabasí con 1.275 registros (242 el pasado año); La Marina con 253 (167); El Altet, con 216 (135); y El Rebollo, con 190 (52).
En cuanto al comportamiento del mar se puede decir que, cotejándolo con lo acontecido en el mismo periodo de 2015, este verano está siendo mucho más complicado meterse en el agua.
Prácticamente solo ha habido bandera verde en una tercera parte del mes de julio. El año pasado la bandera verde permaneció al viento entre 15 y 23 días, según la playa; mientras que en este mes de julio, apenas ha sido de entre 10 y 13 jornadas.
Si en 2015 la bandera amarilla tan solo se izó en cuatro días (salvo en La Marina y el Rebollo, que se colocó en 11 ocasiones), en el presente verano los informes apuntan a entre 11 y 13 jornadas.
Finalmente, en julio del pasado ejercicio la bandera roja apenas ascendió al mástil en las distintas playas 5 días, al igual que ha ocurrido este verano en El Altet, Arenales del Sol y el Carabasí. No obstante, en La Marina y El Rebollo la bandera roja ha presidido ambas playas en una decena de ocasiones.
