El Ayuntamiento anunció ayer su compromiso para cubrir la ciudad y las pedanías con 35 desfibriladores para hacer de Elche una localidad cardioprotegida en los próximos cinco años. Actualmente, el municipio cuenta con cuatro aparatos de este tipo para atender las paradas cardiorrespiratorias y el propósito es que en 2017 se realice una ampliación de hasta quince.

El proyecto, impulsado por la Concejalía de Sanidad, consiste en incrementar el número año tras año y dar servicio a las instalaciones deportivas y los edificios públicos, así como a las partidas rurales con mayor volumen de población. En esta línea, el plan contempla la formación de la Policía Local, los trabajadores públicos, además de los entrenadores de fútbol base, para hacer un buen uso de los desfibriladores.

Por otra parte, está prevista la organización de charlas sobre el corazón, el tabaquismo, la diabetes, fomentar los buenos hábitos en los colegios y poner en marcha planes para potenciar el deporte. «Queremos conseguir que por cada 10.000 o 12.000 habitantes haya un desfibrilador en Elche», apuntó el concejal de Sanidad, Carlos Sánchez. Para ello, el Ayuntamiento tendrá que asignar una partida económica, con la idea de financiar los desfibriladores y se barajan dos opciones para la adquisición de los aparatos: una en la que el precio de compra de cada desfibrilador oscilaría entre 4.000 euros; y la otra, un servicio de renting.