La Palmera de la VirgenPalmera de la Virgen fue ayer objeto de miles y miles de miradas en el cierre de la Nit de l'Albà. El espectáculo pirotécnico que hace que el nombre de Elche suene por todo el mundo contó con más espectadores que otros años, al caer en sábado por la noche.

Con las luces del centro de la ciudad apagadas, gracias a la colaboración de los vecinos, a las 24 horas sonó el Gloria Patri del Misteri dando paso al momento más esperado de la noche por los ilicitanos, el lanzamiento de la Palmera de Virgen, que este año ha estado compuesta por un millar de cohetones, el máximo que se puede disparar desde el campanario de la basílica de Santa María.

Los ilicitanos contuvieron la respiración cuando llegó la oscuridad y se hizo el silencio que precede al lanzamiento de la Palmera, para contemplar después, con admiración, cómo la noche se hacía día por unos 25 segundos.

El espectáculo acabó con la canción Aromas Ilicitanos mientras la imagen de la Virgen se iluminaba por el fuego en la torre de Santa María.

Así, los ilicitanos daban por finalizada una Alborada que arrancó 45 minutos antes. Casi una hora en la que el cielo de la ciudad no cesaba de iluminarse con el disparo de cohetes y palmeras. Una particular ofrenda a la Patrona, la Virgen de la Asunción, que, como es tradicional, también secundaron los vecinos y visitantes lanzando desde terrazas y lugares abiertos más alejados del centro artefactos pirotécnicos que contribuyeron, engrandeciendo y llenando de color y ruido, la Alborada ilicitana.

La Nit de l'Albà contó con el lanzamiento de 390 palmeras, según informó el Ayuntamiento de Elche. La Pirotecnia Ferrández lanzó un total de 1.846 kilos de pólvora, en 200 palmeras de cohetones,100 palmeras de oropel y 90 palmeras de tronco.

A ello hay que añadir la cohetà con 300 carcasas de silbadores, 64.000 cohetes y 2.300 carcasas de trueno. Primero se lanzaron palmeras y a las 23.30 horas dio comienzo la cohetà.

Este año las palmeras se lanzarán desde ocho puntos diferentes de la ciudad y las cohetàs desde otros cuatro. Concretamente, los disparos se efectuaron desde la plaza de Reyes Católicos, paseo de las Germanías, Ayuntamiento, calle Nuestra Señora de la Cabeza, Candalix, Huertos y Molinos y Avenida del Ferrocarril.

Las cohetàs, por su parte, se lanzaron desde Pedro Juan Perpiñán, Puente de Altamira/ Paseo de Jaca, Puente del Ferrocarril/ Paseo de la Estación y Curtidores.

Los ilicitanos se concentraron en las terrazas de los edificios para ver el espectáculo pirotécnico en compañía de amigos y familiares. Otros optaron por desplazarse a puntos alejados, como la zona de l'Aljub, o por el puente del Bimil·lenari, donde se puede ver la Alborada con una visión más amplia.

Como manda la tradición los ilicitanos acabaron la Nit de l'Albà compartiendo sandía, para refrescar la garganta, por el ambiente de pólvora que se respira por toda la ciudad.