Contento por la respuesta del público en las celebraciones, en general, el presidente de la Gestora admite que los cambios que han introducido este año han funcionado y avanza mejoras para el siguiente.

¿Qué valoración hace de los actos festeros de esta edición?

Hemos notado más afluencia de público, la gente se ha animado a salir más porque ha refrescado y porque los días grandes han coincidido con el fin de semana. Con la crisis la gente ha vuelto a redescubrir las fiestas y se organiza las vacaciones para vivir las celebraciones con nosotros.

¿Qué efectos ha tenido la limitación de participantes en la Charanga?

Nos han dado la enhorabuena. Pese al recelo inicial de limitar la participación y de controlar el consumo de alcohol, hemos logrado acortar en 45 minutos el tiempo del desfile y eso la gente lo ha valorado, porque se alargaba mucho. Por otra parte, en la batalla de flores hemos doblado la participación. Se lanzaron 242.000 pétalos de papel y 35.000 flores.

¿Qué deberes se apuntan para el año que viene?

Trabajaremos para que el espectáculo de la Charanga pueda ganar calidad si el presupuesto nos lo permite. Para la batalla de las flores pediremos iluminar la calle y así ofrecer más vistosidad a este acto, ya consolidado. Además, plantearemos organizar algún acto más infantil, ante el interés de las familias, pero tenemos que ver cómo encajarlo en el calendario.