El suelo retumbó ayer en Elche con el espectáculo pirotécnico ofrecido por la pirotécnia Ferrández. Los 110 kilogramos de pólvora invertidos en la mascletà hicieron vibrar el centro de Elche en un evento que incluyó hasta cinco terremotos. Los disparos aéreos digitales y el ritmo marcado dieron un aporte musical a la coreografía. Una variedad de truenos crackers, de flashes y colores se mezclaron con los bombardeos posteriores en una auténtica batalla por aire y tierra. La segunda parte de la mascletà fue la más intensa y comenzó con un terremoto digital que fue conectando con el público a medida que se encadenaban los diferentes bombardeos, muy duraderos. El espectáculo entusiasmó a los espectadores en la última mascletà que concursa.