Se presenta como una prueba pero la expectación que rodea al Misteri lo ha convertido en un concierto más del programa de fiestas de Elche. Ayer la basílica de Santa María se llenó de público para presenciar, con las puertas abiertas, la Prova de l'Àngel.

«Con el paso de los años, y la solemnidad que le rodea, la Prova de l'Àngel se ha convertido en un concierto más», reconoce el Mestre de Capella, José Antonio Román Parres, aunque lo cierto es que la cita de ayer sirvió para poner a prueba a un amplio elenco de voces blancas que se estrenaron en los aparatos aéreos, teniendo en cuenta que este año la familia de La Festa tiene que afrontar las representaciones de agosto y las de otoño, y que debe afrontar un relevo generacional entre el elenco de escolanos. Así, ayer se estrenaron en los aparatos aéreos, la Mangrana, el Araceli y la Coronación, una decena de niños que probablemente participarán en los ensayos y representaciones, tanto las que se celebrarán estas fiestas, como los que se llevarán a cabo en otoño.

La Prova de l'Àngel arrancó puntual, a las 18 horas, y lo hizo con el ensayo de la María Mayor y el cortejo. Aquí participaron una docena de voces blancas de la Escolanía, que captaron la atención del público. Poco después se produjo el momento más esperado. Por primera vez este año se abría el cielo de la cúpula de Santa María para que bajase la Mangrana, que lo hizo entre los aplausos de las personas que se congregaron ayer por la tarde.

En la bajada de la Mangrana se estrenó Eduardo Gómez, que fue relevado en el Cadafal por Pablo Hernández, que también cantó por primera vez. Ambos pusieron a prueba su capacidad para cantar suspendidos en el aire.

Una vez que la Mangrana llegó al cielo el Apostolado subió al cadafal para interpretar varias piezas del drama asuncionista, mientras en la tramoia alta se procedía al cambio de los aparatos aéreos. El público pudo escuchar el Ternari y algún que otro solo, entre otras piezas, durante la media hora que transcurrió hasta que el cielo del Misteri se abrió para dar salida al Araceli.

En el Araceli bajaron los niños Adrián Cuenca y Fran García, y subieron Mathías Matarredona y Pau Gonzálvez. Los cuatro acompañados por los cantores Carlos Sánchez y Simón Hernández.

Finalmente, en la Coronación, que puso el punto y final a la Prova de l'Àngel, se estrenaron los niños Alejandro Martínez y Samuel Buitrago, acompañados por Ramón Cano como Padre Eterno.