La mascletà de ayer hizo vibrar al público que acudió en masa a presenciar el espectáculo pirotécnico a la zona de Traspalacio. La pirotecnia Turis, ganadora del concurso del pasado año, ofreció un espectáculo que comenzó de manera calmada y fue «in crescendo», de menos a más, con un terremoto ensordecedor al que siguieron disparos aún más rápidos gracias a la sincronización digital, lo que dio lugar a un final apoteósico que arrancó aplausos. En total, se quemaron alrededor de 97 kilos de materia reglamentada en casi siete minutos de duración. La mascletà tuvo unos principios aéreos en los que se incluían tracas, silbatos y crackers. A continuación, llegaron los tramos terrestres que terminaron con un terremoto que hizo vibrar el suelo, que estuvo acompañado por un bombardeo aéreo y un final rápido con disparos accionados digitalmente.