Los bares tendrán un día más para vivir intensamente las fiestas en plena calle. Este año, el Ayuntamiento ha autorizado que los establecimientos puedan sacar sus barras a la vía pública durante dos noches, con lo que, hoy, la Nit de l'Albà y, mañana, La Roà, tendrán vía libre para servir copas en el exterior. La medida excepcional, que ha tomado el tripartito al coincidir los días grandes en el fin de semana, se ha producido entre el malestar de los vecinos de la zona centro.

El Consistorio ha autorizado 33 barras para las dos jornadas, aunque la mayoría se instalarán mañana. Para hoy, no todos los bares que han mostrado su interés han conseguido el permiso de la Concejalía de Aperturas. Y es que, según el edil del área, Carlos Sánchez, hay zonas afectadas por el cordón de seguridad de la Alborada y que son vías de evacuación, que no podrán estar ocupadas por los locales. Ejemplo de ello es la calle Maestro Albéniz, que en la Nit de la Roà se convierte en un concurrido punto.

Por otra parte, habrá otros negocios que se encuentren en el perímetro de protección y que, por ello, tendrán que sacar las barras a partir de la una de la madrugada. Entre las directrices, solo se podrá habilitar una barra por local y con una longitud máxima de 4,5 metros, para evitar saturar las calles. Asimismo, los establecimientos tendrán hasta las 6.30 de la madrugada como hora límite de cierre.

Frente a ello, la ampliación de permisos un día extra no ha gustado demasiado a algunos residentes de la zona centro. Desde la Asociación de Afectados por el Ruido criticaron tener que lidiar una noche más con la música alta. El colectivo denunció «que la Alborada es una noche de fuego, en la que tiene que primar la seguridad y no es lo más sensato».

Pese a que la agrupación es consciente de que la ordenanza municipal ampara la instalación de barras en la calle durante las fiestas, los vecinos han señalado que durante las celebraciones ya se han producido quejas por el exceso de ruido. Así, la asociación de afectados ha reivindicado la importancia de que los bares no sobrepasen los decibelios permitidos.

Por otra parte, este colectivo, al igual que residentes de la calle Trinquet, han criticado el alto volumen de la música de los comercios que han sacado sus artículos a la calle para sumarse a las fiestas. Los vecinos han asegurado haber llamado ya, en varias ocasiones, a la Policía Local, ante el exceso de ruido con el que conviven, desde las 12 hasta las 22 horas.