La Gran Charanga pisó ayer las calles de Elche con menos participación que otros años, pero no con menos humor. La decisión acordada por las comisiones de fiestas que componen la Federación de Festejos Populares de Elche, que organiza el desfile, para reducir a la mitad el número de personas que podían participar en cada comisión, pasando de 750 a 300 personas, tuvo una buena aceptación por parte del público. Ilicitanos y visitantes disfrutaron con los temas cómicos presentados por los entes festeros, sin que el paso de los grupos se hiciera eterno.
El colectivo Elche Patina fue el encargado de abrir la Gran Charanga, calentado el ambiente para el paso de la carroza en la que iban las Reinas y Damas de las Fiestas de Elche 2016. Este bloque se completó con personas que participaron con disfraces infantiles, con las reinas y damas de años anteriores, y con la carroza de las Reinas y Damas de 2015.
La primera comisión de fiestas en aparecer en la Gran Charanga fue la de Puertas Tahúllas que con mucha gracia destacó la importancia de los deportes minoritarios. Los festeros de Diagonal Parque se presentaron ante el público como extraterrestres, con disfraces totalmente artesanales.
«Rata, policías y presos» fue el tema escogido por la comisión ABP Avenida de Novelda, a los que seguían, como bomberos y bomberas los integrantes del ente festeros de Baltasar Tristany.
La noche fue ganando en color y diversión con el paso de las comisiones por las diferentes zonas del recorrido. Sector V-Zona Sur presentó con mucha ironía el proceso de independencia de Cataluña, mientras que la comisión San Andrés llenó las calles de simpáticos caracoles.
El desfile también contó con marionetas, las que llegaron con la comisión de Candalix, mientras que Paseo de Germanías presentó el tema «La novia de Elsa».
Los festeros de Torres Quevedo-La Torre trasladaron las calles ilicitanas a otra galaxia de la mano de Star Wars. Y con un tema totalmente distinto, la tauromaquia, participaron los integrantes de la comisión de fiestas de Arrabal.
«Somos como los políticos», decían los festeros de Los Palmerales que presentaron una crítica dirigida a la clase política, seguidos por los comisionados de Altabix que despedían, en clave de humor, a los billetes de 500 euros.
La comisión de fiestas Clara Campoamor presentó el tema «7 días al año no hacen daño», seguidos por la de Jardines Toscar que tuvo el Mercado Central, un edificio en plena polémica, como tema principal.
La última comisión en participar en la Gran Charanga fue la de Parque de Valencia que ofreció, con disfraces y artilugios, su visión más divertida de la naturaleza marina.
Una amplia variedad de temas que los festeros presentaron en clave de humor en un desfile mucho más ágil y los de años anteriores. Otra novedad de esta edición fueron los controles que dispuso la organización para evitar un consumo excesivo de alcohol. De hecho, la típica sangría que se repartía durante el desfile era sin alcohol. Los festeros que iban a pie tampoco estaban autorizados a repartir bebidas entre el público, sólo se podía ofrecer desde los camiones que cerraban el paso de cada ente festero.
