El cielo de Elche acaparó ayer casi todas las miradas. La primera mascletà de las fiestas de agosto tuvo como protagonista los disparos aéreos y los efectos de colores lanzados hacia las alturas. La Gironina abrió así el concurso en Traspalacio, con un disparo que duró 6,5 minutos y que contó con 75 kilos de peso de material explosivo y pirotécnico.

Las serpentinas, el efecto craken y el trueno se entremezclaron para abrir paso a los acompañamientos aéreos, los bombardeos y los monotiros. El piro-digital terrestre aportó el ritmo a la cita y fue una de las novedades que introdujo la pirotecnia, después de quince años de recorrido en este tipo de espectáculos. El golpe final con trueno hizo vibrar al público y consiguió ganarse a la mayoría de los espectadores, entusiasmados también con el colorido del espectáculos. Entre los «peros» de la cita, hubo quienes echaron en falta que el suelo retumbara con más consistencia y durante más tiempo.

El concurso continuará hoy, sobre el mismo escenario, a las 14 horas, con la pirotecnia Alicantina.